Serie Nacional de Béisbol: expectativa e incertidumbre

La nueva temporada del clásico cubano de béisbol asoma a la vista y con ello, aumentan las expectativas e incertidumbres entre los aficionados, ávidos por ver cómo se desarrolla al amparo de las nuevas medidas, que llegan para estimular el accionar y la disciplina de los peloteros, así como también elevar la calidad del juego diario.

Sugerentes y polémicos aparecen entonces, para esta 53 Serie Nacional, los acápites del nuevo reglamento disciplinario, la política de remuneración a atletas y los premios individuales y colectivos, los traspasos de jugadores de un equipo a otro, el retorno de algunos peloteros y entrenadores, y la cantidad de novatos que iniciarán su bregar en este certamen.

Igualmente, será de gran atractivo ver si algunos de los conjuntos consagrados, los cuales se han mostrado inestables durante las últimas campañas, se sacuden el polvo -tal y como hizo Villa Clara en la temporada precedente- y comienzan a imponer su identidad sobre el ímpetu de aquellos quienes han ido adueñándose, paso a paso, de los puestos cimeros.

Vale destacar que de los 16 conjuntos, al menos 10 muestran posibilidades reales de luchar por su inclusión a la segunda ronda, en la que solo ocho pugnarán por incluirse entre los semifinalistas.

Estos son, además del monarca defensor, Ciego de Ávila, Matanzas, Cienfuegos, Industriales, Pinar del Río, Sancti Spíritus, Santiago de Cuba, Isla de la Juventud y Granma, sin demeritar a los demás conjuntos, los cuales a priori se ven sin opciones, aunque no se descarta que Artemisa, Camagüey, Holguín o Las Tunas también puedan sobrevivir a los 45 partidos iniciales.

Todo dependerá, por supuesto, de cómo se comporten en cada uno de ellos los tres departamentos esenciales del juego de béisbol: pitcheo, ofensiva y defensa, siempre ligada a la disciplina técnico-táctica, no muy en boga últimamente en nuestro pasatiempo nacional.

Otro de estos elementos es el de los lanzadores, sobre todo entre los de segunda línea y los relevistas intermedios, en su mayoría con poca experiencia, lo cual vaticina gran desproporción con respecto al bateo, algo que de seguro mermará un tanto en la segunda ronda, cuando se concentre la calidad.

De esta manera, vale la pena caracterizar a cada uno de los 10 equipos antes mencionados, propuesta que iniciará con los análisis del actual monarca nacional y el subcampeón de la serie 52.

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