Grandes Ligas: El cubano José Fernández debuta con joya de pitcheo

El lanzador cubano José Fernández hizo historia con los Marlins de Miami en una jornada que dio para hablar de su talento superclase y temeridad desde el montículo.

Entró en los libros de Grandes Ligas a la 1:26 p.m. de este domingo, con una recta de 93 millas que el árbitro de home cantó strike.



Fernández debutó frente a los Mets de Nueva York, lanzando desde el Citi Field de la Gran Manzana. Su entrada en la mejor pelota del mundo ocurrió apenas ocho años después de una fuga marítima de Cuba con su familia, tras haberlo intentado en tres ocasiones anteriores.

Es la historia triunfal de otro que escapó con un sueño de Cuba para hacerlo realidad. No todos lo consiguen: algunos encuentran la felicidad en perseguirlo indefinidamente; otros se rinden antel el desafío. Pero Fernández lo ha logrado en un abrir y cerrar de ojos, con 20 años y un bono de $2 millones de dólares en el bolsillo.

Con sus padres y su entrenador cubanísimo Orlando Chinea sentados en el graderío del Citi Field para verlo lanzar una apertura gloriosa con los Marlins. Dos días después de conversar telefónicamente con la abuela en Santa Clara. ¿Se puede pedir más en la hora de la verdad para un balsero cubano?

Como un consagrado

Fernández lució como un maestro desde el box. Dueño de la situación. Sin miedos. Con la flema de los consagrados.

La víspera, cuando se le preguntó si estaba nervioso de enfrentar en su debut a los bateadores de los Mets, la respuesta de Fernández fue aplastante:"No, no estoy asustado. No tengo miedo a nada. Lo único que me dio miedo estaba en la embarcación cuando escapé, o recibir un disparo cuando salté al agua. Después de eso, no tengo miedo de nada más".

Con la convicción de un triunfador, Fernández se subió al montículo en una tarde definitivamente memorable para su carrera. No podía hacerlo mejor. En cinco entradas estuvo dominante y si no se apuntó la victoria fue por el escaso apoyo de sus compañeros a la ofensiva (dejaron 12 corredores en posición anotadora) y el desastroso relevo del cerrador Steve Cishek.

Fernández abandonó el juego en el quinto episodio con el marcador a su favor 3x1. Retiró a los 10 primeros bateadores a los que se enfrentó, permitió solo tres hits, ponchó a ocho -récord para un pitcher debuitante en la franquicia de los Marlions- y manejó a sus anchas un variado repertorio, con una curva indescifrable mezclándola con rectas que alcanzaron las 97 millas.

A dos out del triunfo

Es el pitcher más joven que abre un juego por los Marlins desde el surgimiento de la franquicia en 1993.

Estuvo a dos outs de anotarse el triunfo, pero Cishek lo hizo muy mal y los Mets revirtieron el marcador y dejaron al campo al conjunto miamense con marcador de 4x3.

Pero eso no empaña para nada la espectacular demostración de Fernández, que figura en el puesto siete en la lista de los 100 mejores prospectos de Grandes Ligas.

Fue una jornada de cubanidad para los Marlins, pues por primera vez la alineación regular incluyó a dos jugadores nacidos en Cuba. Junto a Fernández comenzó el juego el torpedero santiaguero Adeiny Hechavarría, que bateó de 3-2 con una carrera anotada.

La buena estrella parece acompañar a Fernández. Por sus demostraciones en la pelota colegial, fue seleccionado en el draft estudiantil de junio del 2011 y dos meses después los Marlins ejercieron su opción para firmarlo con la organización.

¿Lo pasarán en Cuba?

Fue también el reconocimiento a la capacidad, el talento y el amor por el béisbol de un entrenador fuera de serie, el gran Orlando Chinea, cuya historia no dista mucho de la de su discipulo. Chinea, figura clave del pitcheo en los equipos villaclareños y preparador de la selección nacional, llegó a Estados Unidos en el 2004 para reunirse con su esposa e hijo tras 11 intentos de fuga desde la isla.

Cuando este domingo fue entrevistado por la televisión desde el Citi Field, Chinea dio una prueba más de su honestidad profesional, cuando recordó a Pedro Pérez, un entrenador que forjó varias generaciones de lanzadores cubanos y posibilitó la cantera de noveles figuras surgidas en la región central del país.

El pasado año en Doble A, Fernández estuvo inmenso, con récord de 14-1, efectividad de 1.75 y 158 ponches en 134 innings lanzados. Como era de esperar, hizo en entrenamiento de primavera con los Marlins, pero como se esperaba fue designado a la sucursal de Jacksonville.

Pero las lesiones de dos abridores obligaron a la gerencia a apurar su entrada en las Mayores.

Y así se consumó esta historia dominical de tenacidad y orgullo cubano. Ahora que el ICRT se ha lanzado a poner juegos de Grandes Ligas en esta "era de cambios", sería bueno que los televidentes cubanos pudieran ver el debut de uno de los suyos que será pronto uno de los grandes del montículo en las Mayores. ¿Es mucho pedir? ¿O es demasiado fuerte para los corazones del INDER y de la Mesa Redonda?



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