Béisbol: Apuntes sobre la gran final

Este martes a las 8.15 de la noche comenzará en el estadio "Victoria de Girón", de la capital yumurina, la gran final de la 52 Serie Nacional de Béisbol entre los equipos de Matanzas y Villa Clara, en un play-off de siete juegos a ganar cuatro.





Villa Clara fue el primero en clasificar como finalista para discutir el título de campeón de Cuba, al vencer a la representación de Cienfuegos en solo seis desafíos de una de las semifinales más peleadas y expectantes de los últimos tiempos en nuestro país; mientras que Matanzas tuvo que ir al séptimo y último juego frente a Sancti-Spíritus, equipo que además de empatarle el play-off semifinal estuvo venciendo 5 carreras por 0 hasta el octavo innning de ese último choque, en que la artillería matancera se reveló y castigó masivamente y sin piedad a todo el pitcheo relevista de los espirituanos.

No hay dudas de que esta final entre Matanzas y Villa Clara, además de inédita en nuestros campeonatos nacionales de béisbol, es bien esperada desde hace algún tiempo, sobre todo, a partir de que Víctor Mesa pasó a dirigir el conjunto yumurino, pues como conocen todos los aficionados el polémico y a la vez carismático VM-32 debutó como mánager con los equipos anaranjados, con los cuales se mantuvo como timonel por espacio de nueve años, clasificando siempre para las postemporadas aunque nunca pudo obtener un gallardete.

Incluso, Víctor llegó a imponer la mejor marca de victorias y derrotas para un equipo Villa Clara en etapas clasificatorias para las anteriores estructuras de 90 juegos, con un total de 59 triunfos y 31 derrotas, y en varias ocasiones llegó a discutir el campeonato, sobre todo frente a Industriales, que dos veces le barrió en esas grandes finales por 4-0.

La forma tan concentrada, a la vez gesticulativa, en que Víctor dirige, y la seguridad y confianza que imprime a sus hombres a la hora de tomar decisiones, así como el conocimiento pleno que tiene de todo lo que debe hacer, y cómo debe manejar y maneja cada situación desde el punto de vista técnico-táctico, hacen de él uno de los directores más refinados y envidiados de la pelota cubana en la actualidad, sin que ello quiera decir que sea ciento por ciento perfecto y que su explosividad a veces no le traicione.

Y es que esa explosividad que menciono le lleva muchas veces a perder el autocontrol y la paciencia, y se enrumba entonces por los caminos de la discusiones ciegas y fuera de tono, que en muchas ocasiones obligan al cuerpo arbitral a expulsarlo del terreno, como ocurrió en el último choque en Sancti-Spíritus, por lo que no podrá estar en el banco de su equipo en el primer encuentro de la gran final mañana martes.

Ahora bien, por el conocimiento que tiene de los peloteros villaclareños que va a enfrentar en la finalísima, y por ese don que tiene de poder sacar de "paso" o "desconcentrar" a sus rivales, y sobre todo, a los más proclives a perder la calma, y teniendo en cuenta también lo hábil y astuto que es VM-32 para sacarle provecho a todas esas cosas, es que pensamos que esta discusión del título entre estos equipos de Matanzas y Villa Clara, tiene además, otra connotación y otra expectativa más allá de la mera competencia deportiva en un terreno de juego.

Para nadie es un secreto que Villa Clara tiene mejor pitcheo y defensa que Matanzas, y que su ofensiva, aunque no ha sido de las mejores del torneo, se mejora y se redondea bastante con los "refuerzos", por lo que Matanzas tendrá que hacerlo todo bien en cada partido si es que quiere ceñirse la corona, máxime si tenemos en cuenta, que los yumurinos lo que mejor exhiben hasta ahora es su bateo y las ya comentadas características y habilidades de su mánager.

Ojalá la afición en general pueda disfrutar de una final llena de buen béisbol, llena de calidad en cada jugada y en cada partido, llena de arte deportivo, de disciplina y de buen espectáculo, sin que salgan a relucir otros males que a veces irrespetan y afean nuestros torneos como discusiones estériles, actitudes antideportivas, malas decisiones arbitrales y hasta faltas de respeto y expulsiones lamentables.

Tratemos todos de cerrar la 52 Serie Nacional con broche de oro, y propiciar que los verdaderos protagonistas del show final , que son los peloteros, tengan siempre el escenario listo y bien despejado de pensamientos y conductas criticables, para que la afición, gane quien gane en el juego, quede satisfecha y agradecida al máximo.