Llamadas telefónicas entre Cuba y EEUU: ¿para qué se libera el impuesto?

Sorpresivamente, un comunicado y posteriormente la publicación del Decreto-Ley 307/2012 del Consejo de Estado han puesto fin al impuesto adicional que el gobierno cubano imponía desde hace 12 años a las llamadas entre Estados Unidos y Cuba.

"Se ha evaluado que en las actuales condiciones tecnológicas y de operación del tráfico telefónico internacional, la reducción del monto a pagar por las llamadas facilitará el crecimiento de las comunicaciones telefónicas internacionales con origen o destino en nuestro país", indico el texto difundido el pasado viernes, en vispera de la entrada en vigor de la medida este 1ro. de diciembre.

Con semejante texto, ETECSA, única compañía de Telecomunicaciones del Estado cubano que presta servicios a la población y a empresas extranjeras radicadas en la isla, informa la “libertad” concedida en este caso a las llamadas telefónicas entre ambos países.

Las razones son, a primera vista, puramente comerciales, pues al reducir el precio a pagar por los cubanos residentes en Cuba -los que tienen capacidad de pago en divisas- y los emigrados de visita, se incrementará sustancialmente el volumen de llamadas. No hay que ovidar que el gobierno de Raúl Castro apuesta por una ola de afluencia hacia Cuba a partir de este 14 de enero, cuando entre en vigor la nueva política migratoria, y también que los cubanos que viajen al exterior conectados al servicio de ETECSA.

Tema de desencuentros

Por otra parte, la medida elimina de la relación de telecomunicaciones entre ambos países un tema de amplia discusión que ha ocasionado a lo largo de los últimos años no pocos desencuentros, cancelaciones de capacidades y desvíos de tráfico hacia terceros países. No hay que olvidar que por los últimos 50 años esta ha sido la vía de comunicación usada entre los gobiernos y que ambos se han encargado de mantener abierta.

Ya en 1960 y a pesar de nacionalizaciones de varias empresas, la ITT mantuvo una presencia que permitió desde entonces las llamadas de Cuba con Estados Unidos y el resto del mundo. Desde 1963 y hasta 1982 casi el 90 por ciento de las llamadas al mundo no norteamericano eran conducidas por empresas norteamericanas. Un hecho notable en este \[ambito ocurrió en 1975 con la apertura del servicio TELEX durante la administración del presidente Jimmy Carter.

Estos ejemplos muestran que los servicios de comunicación Cuba-EEUU han sido ampliamente representativos de los avatares y vaivenes políticos que han marcado las relaciones entre ambos países. Por ello no puede desestimarse este paso como parte de la dinámica del diferendo bilateral.

El mensaje es muy claro: la liberalización del impuestos a las llamadas telefónicas es un paso de Cuba hacia la normalización de relaciones con la administración recién estrenada Estados Unidos, lo que a la vez permitirá un incremento en los ingresos proporcionados por una emigración menos comprometida políticamente.

Aumentar el tráfico

Se busca aumentar el tráfico de llamadas en un momento en que las nuevas tecnologías y sus alternativas (correos electrónicos, mensajes SMS, redes sociales) ha abierto otras opciones de comunicación de los cubanos hacia el mundo, a pesar de las limitaciones existentes y el bajo acceso a la internet en la isla.

La eliminación del recargo sobre la tarifa de $1.40 dólares significará una disminución de $0.25 por cada minuto de llamada.

La reducción redundará también paulatinamente en el valor de las tarjetas prepagadas.

Los efectos no se reflejarán de la misma manera para los consumidores residentes en territorio norteamericano, pues "se supone” que no hayan pagado este impuesto cubano a lo largo de estos años. El costo de la llamada dependerá de las tarifas impuestas por la compañía que brinda el servicio desde territorio estadounidense.

Según la disposición, Cuba “mantiene su reclamación de los fondos cubanos ilegítimamente congelados en Estados Unidos por el gobierno de ese país, los que continúan pendientes de pago hasta su devolución total con los intereses correspondientes”.

Pero esa reclamación es parte de la retórica que no cesa. Todo lo demás queda aún por ver en esta intrincada madeja de las telecomunicaciones en la era de cambios con el sello de Raúl Castro.

* José Remón es Ingeniero Eléctrico en Telecomunicaciones. Trabajó en el Ministerio de Comunicaciones de Cuba por 25 años. A partir de 1979, se vinculó a las comunicaciones internacionales con la instalación de la primera estación de satélite de Intelsat. Desde 1988, participó activamente en las negociaciones con compañías de Estados Unidos, supervisando la administración de las cuentas internacionales. Es autor del estudio que permitió llegar al acuerdo de las tarifas entre Cuba-EEUU en 1992. Reside desde 1994 en Miami, donde se desempeña como consultor de Telecomunicaciones.

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