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Riaperte le ambasciate USA-CUBA
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Riaperte le ambasciate USA-CUBA
http://www.martinoticias.com/content/eeuu-cuba-obama-restablecimiento-relaciones/97909.html
Obama: Restablecimiento pleno de relaciones diplomáticas con Cuba
"El avance que estamos marcando hoy demuestra que no tenemos que estar confinados por el pasado", dijo el Presidente durante una declaración desde la Casa Blanca.
Barack Obama anuncia apertura de embajadas.
El presidente Barack Obama, junto con el vicepresidente Joe Biden, compareció en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca para anunciar que se llegó a un acuerdo con Cuba para restablecer el 20 de julio las relaciones diplomáticas y abrir las respectivas embajadas en Washington y La Habana.
"Este es un histórico paso adelante en nuestro esfuerzo para normalizar las relaciones con el Gobierno y el pueblo de Cuba, un nuevo capítulo con nuestros vecinos", dijo Obama en una breve declaración.
"Cuando Estados Unidos cerró la embajada en 1961 creo que nadie esperaba que se iba a tardar más de medio siglo en volver a abrirla, pues sólo hay 90 millas entre nuestros países y hay muchos lazos de amistad y familiares".
"Pero ha habido profundas diferencias entre nuestros Gobiernos y a veces nos dejamos atrapar en un cierto modo de avanzar, y teníamos una política que no funcionaba: En vez de apoyar democracia y oportunidades para el pueblo de Cuba, nuestros esfuerzos por aislar a Cuba, a pesar de las buenas intenciones tuvieron el efecto opuesto, aislaron a Estados Unidos y mantuvieron el statu quo".
"El avance que estamos marcando hoy demuestra que no tenemos que estar confinados por el pasado. Cuando algo no funciona podemos cambiarlo y lo cambiaremos", dijo el Presidente.
Kerry inaugurará embajada
"En diciembre anuncié que Estados Unidos y Cuba habían decidido normalizar sus relaciones y, como parte de ese esfuerzo, Raúl Castro y yo establecimos que nuestros equipos negociaran la apertura de las embajadas, y el Departamento de Estado ha trabajado con la Cancillería cubana para lograr esos objetivos. Este verano, nuestro secretario de Estado John Kerry irá a La Habana para izar una vez más la bandera en nuestra Embajada".
"Esto no es sólo simbólico: Con este cambio vamos a poder incrementar sustancialmente nuestros contactos con el pueblo de Cuba, tendremos más personal en nuestra Embajada y nuestros diplomáticos van a poder trabajar más a lo largo de toda la isla".
"Eso incluye contactos con la sociedad civil, el Gobierno cubano y el cubano de a pie que quiere vivir mejor. En asuntos de interés común como lucha contra el terrorismo, medio ambiente, desastres naturales...".
Hablaremos públicamente de los Derechos Humanos
"Vamos a encontrar nuevas formas de cooperar y vamos a tener serias diferencias, y eso incluye el apoyo constante de Estados Unidos a derechos universales como la libertad de expresión y asociación. Y siempre vamos a hablar de manera pública y enérgica cuando veamos violaciones de estas libertades".
"La mejor manera de fomentar nuestros valores es a través del acercamiento, y por eso ya estamos teniendo más viajes y más contactos entre los dos países, y lo vamos a seguir haciendo en el futuro".
"Desde diciembre hemos visto mucho entusiasmo por esta nueva política. Líderes de las Américas han manifestado su respaldo. Se lo escuchamos expresar ayer a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Y la opinión pública en ambos países apoya este acercamiento. Un cubano dijo: 'Me he estado preparando para esto toda mi vida', y otro: 'Es como oxígeno fresco para nosotros. Somos vecinos, y ahora podemos ser amigos'".
Vamos a poder mejorar las vidas de los cubanos
"Aquí en Estados Unidos también hemos visto entusiasmo. Hay estadounidenses que quieren viajar a Cuba, negocios que quieren invertir en Cuba, universidades de aquí que quieren tener asociados en Cuba".
"Pero más allá de eso, tenemos que conocer a nuestros vecinos al sur, y a través de este acercamiento vamos a poder ayudar a mejorar sus vidas. Los norteamericanos quieren acercarse –y lo voy a decir sin tapujos–, el futuro de Cuba no puede ser rehén de lo que ocurrió en el pasado. De eso se trata: Es una decisión entre el futuro y el pasado".
"Los estadounidenses y los cubanos pueden avanzar. Y es el momento de que el Congreso haga lo mismo. Le pido al Congreso que levante el embargo, que impide a los estadounidenses viajar e invertir en Cuba".
"Hay miembros de ambos partidos trabajando en esto. ¿Por qué Washington va a obstaculizar a nuestra propia gente? Hay personas que quieren regresar al pasado y seguir con el aislamiento, pero ese tiempo ya pasó y esa política no funciona, no ha funcionado por 50 años. Impide que Estados Unidos tenga una presencia en el futuro de Cuba y complica las vidas de los cubanos".
"Así que le pido al Congreso que escuche a los pueblos de Estados Unidos y de Cuba; escuchen las palabras de Carlos Gutiérrez, un cubanoamericano que recientemente criticó la política del pasado y se preguntó si es una buena política la que obliga a los cubanos a hacer colas toda la vida bajo el sol ardiente de La Habana".
"Nadie espera que Cuba cambie de la noche a la mañana, pero yo creo que el acercamiento de Estados Unidos a través de nuestro pueblo, embajadas y negocios, es la mejor manera de adelantar nuestros intereses allí y fomentar los Derechos Humanos en Cuba".
"Tenemos que demostrarle al mundo que somos capaces de cambiar, es una aspiración global. Estados Unidos va a izar de nuevo en La Habana nuestra bandera de las barras y las estrellas. Eso refleja el cambio".
El momento ha llegado
"En enero de 1961, el año en que yo nací, cuando el presidente Eisenhower anunció que cortaba las relaciones con Cuba, dijo que su anhelo y su convicción eran que en un futuro no muy lejano fuera posible reanudar la amistad histórica entre ambos países. Bien, nos tomó algún tiempo, pero ese momento ha llegado, y hay un mejor futuro ahora".
"Muchas gracias y quiero agradecer a algunos miembros de mi equipo, que trabajaron duro para que esto ocurriera. Están aquí, merecen ser reconocidos y estamos orgullosos de ellos ¡Excelente trabajo!".
Ultima modifica di mosquito il Ven 24 Lug 2015 - 3:13 - modificato 3 volte.
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Re: Riaperte le ambasciate USA-CUBA
John Kerry,
aseguró en Viena que la reapertura de embajadas entre su país y Cuba se produce gracias a una decisión "personal" del presidente Obama de cambiar "una política que no funcionaba y que ha estado sin funcionar demasiado tiempo". Kerry reconoció que entre Washington y La Habana sigue habiendo "agudas diferencias sobre democracia, derechos humanos y asuntos relacionados", pero que ambos países han identificado también áreas de cooperación como la aplicación de la ley, la protección medioambiental, la emigración o las telecomunicaciones.
La reapertura de embajadas supone, según Kerry, "un importante paso en el camino de restaurar plenamente las relaciones normales entre Estados Unidos y Cuba, que llega un cuarto de siglo después del fin de la guerra fría y reconoce la realidad de que las circunstancias han cambiado". "Este cambio ha sido postergado demasiado tiempo y la respuesta de la comunidad internacional ha reflejado la bienvenida que todo el mundo ha dado a este paso", indicó. Indicó que la reanudación de la plena actividad de las embajadas permitirá a la Casa Blanca relacionarse "con el Gobierno cubano más a menudo y a un nivel más alto" y también que los diplomáticos estadounidenses tengan más contacto con el pueblo cubano.
Anunció que tomará parte personalmente este verano en la reapertura de la sede diplomática de Washington en La Habana y su viaje a Cuba será el primero de un secretario de Estado de EEUU desde 1945.
aseguró en Viena que la reapertura de embajadas entre su país y Cuba se produce gracias a una decisión "personal" del presidente Obama de cambiar "una política que no funcionaba y que ha estado sin funcionar demasiado tiempo". Kerry reconoció que entre Washington y La Habana sigue habiendo "agudas diferencias sobre democracia, derechos humanos y asuntos relacionados", pero que ambos países han identificado también áreas de cooperación como la aplicación de la ley, la protección medioambiental, la emigración o las telecomunicaciones.
La reapertura de embajadas supone, según Kerry, "un importante paso en el camino de restaurar plenamente las relaciones normales entre Estados Unidos y Cuba, que llega un cuarto de siglo después del fin de la guerra fría y reconoce la realidad de que las circunstancias han cambiado". "Este cambio ha sido postergado demasiado tiempo y la respuesta de la comunidad internacional ha reflejado la bienvenida que todo el mundo ha dado a este paso", indicó. Indicó que la reanudación de la plena actividad de las embajadas permitirá a la Casa Blanca relacionarse "con el Gobierno cubano más a menudo y a un nivel más alto" y también que los diplomáticos estadounidenses tengan más contacto con el pueblo cubano.
Anunció que tomará parte personalmente este verano en la reapertura de la sede diplomática de Washington en La Habana y su viaje a Cuba será el primero de un secretario de Estado de EEUU desde 1945.
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Re: Riaperte le ambasciate USA-CUBA
http://www.martinoticias.com/content/raul-castro-relaciones-cuba-ee-uu-confirma/97911.html
Gobernante cubano confirma restablecimiento de relaciones con EEUU
El canciller cubano Bruno Rodríguez irá a Washington para la apertura de la embajada.
El general Raúl Castro confirmó este miércoles en una carta al mandatario estadounidense Barack Obama que tomó la decisión de restablecer relaciones diplomáticas con Washington, informó la televisión cubana.
El militar escribió en su carta, entregada en el Departamento de Estado en Washington, "que la República de Cuba ha decidido restablecer relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América y abrir misiones diplomáticas permanentes en nuestros respectivos países, el 20 de julio de 2015", dijo la televisión cubana.
Poco antes, el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, Jeffrey DeLaurentis, había entregado en La Habana una carta de Obama a Raúl Castro en la que proponía reabrir las embajadas "a partir del 20 de julio", según informó la Cancillería cubana.
Cuba abrirá su embajada en Estados Unidos el 20 de julio, con una ceremonia en la sede diplomática de la isla en Washington que estará presidida por el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, según la declaración de Castro que divulgara la televisión estatal.
Las autoridades cubanas dijeron que se ha tomado la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas con Estados Unidos "en pleno ejercicio de su soberanía, invariablemente comprometido con sus ideales de independencia y justicia social, y de solidaridad con las causas justas del mundo".
Con la restauración de los vínculos diplomáticos y la apertura de embajadas concluye, según el Ejecutivo de la isla, "la primera etapa de lo que será un largo y complejo proceso hacia la normalización de los vínculos bilaterales, como parte del cual habrá que solucionar un grupo de asuntos derivados de políticas del pasado, aún vigentes, que afectan al pueblo y a la nación cubana".
"No podrá haber relaciones normales entre Cuba y EE.UU. mientras se mantenga el bloqueo económico, comercial y financiero que se aplica con todo rigor, provoca daños y carencias al pueblo cubano, es el obstáculo principal al desarrollo de nuestra economía, constituye una violación del Derecho Internacional", resalta el comunicado.
Para esa normalización, Cuba considera también "indispensable" que se devuelva "el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo". El Gobierno también exige a Estados Unidos que "cesen las transmisiones radiales y televisivas hacia Cuba que son violatorias de las normas internacionales y lesivas" a la soberanía nacional; que se eliminen los programas para "promover la subversión y la desestabilización internas, y "se compense al pueblo cubano por los daños humanos y económicos provocados por las políticas" de Washington.
Gobernante cubano confirma restablecimiento de relaciones con EEUU
El canciller cubano Bruno Rodríguez irá a Washington para la apertura de la embajada.
El general Raúl Castro confirmó este miércoles en una carta al mandatario estadounidense Barack Obama que tomó la decisión de restablecer relaciones diplomáticas con Washington, informó la televisión cubana.
El militar escribió en su carta, entregada en el Departamento de Estado en Washington, "que la República de Cuba ha decidido restablecer relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América y abrir misiones diplomáticas permanentes en nuestros respectivos países, el 20 de julio de 2015", dijo la televisión cubana.
Poco antes, el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, Jeffrey DeLaurentis, había entregado en La Habana una carta de Obama a Raúl Castro en la que proponía reabrir las embajadas "a partir del 20 de julio", según informó la Cancillería cubana.
Cuba abrirá su embajada en Estados Unidos el 20 de julio, con una ceremonia en la sede diplomática de la isla en Washington que estará presidida por el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, según la declaración de Castro que divulgara la televisión estatal.
Las autoridades cubanas dijeron que se ha tomado la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas con Estados Unidos "en pleno ejercicio de su soberanía, invariablemente comprometido con sus ideales de independencia y justicia social, y de solidaridad con las causas justas del mundo".
Con la restauración de los vínculos diplomáticos y la apertura de embajadas concluye, según el Ejecutivo de la isla, "la primera etapa de lo que será un largo y complejo proceso hacia la normalización de los vínculos bilaterales, como parte del cual habrá que solucionar un grupo de asuntos derivados de políticas del pasado, aún vigentes, que afectan al pueblo y a la nación cubana".
"No podrá haber relaciones normales entre Cuba y EE.UU. mientras se mantenga el bloqueo económico, comercial y financiero que se aplica con todo rigor, provoca daños y carencias al pueblo cubano, es el obstáculo principal al desarrollo de nuestra economía, constituye una violación del Derecho Internacional", resalta el comunicado.
Para esa normalización, Cuba considera también "indispensable" que se devuelva "el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo". El Gobierno también exige a Estados Unidos que "cesen las transmisiones radiales y televisivas hacia Cuba que son violatorias de las normas internacionales y lesivas" a la soberanía nacional; que se eliminen los programas para "promover la subversión y la desestabilización internas, y "se compense al pueblo cubano por los daños humanos y económicos provocados por las políticas" de Washington.
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Re: Riaperte le ambasciate USA-CUBA
http://www.martinoticias.com/content/convertirse-oficina-intereses-embajada/97973.html
¿Qué cambia ahora al pasar de oficina de intereses a embajada?
Formalmente, tanto la de Cuba como la de Estados Unidos, son parte de las embajadas de Suiza en estos países, pero operan independientemente en todo, excepto en protocolo.
Obama agradece a Suiza su representación en Cuba durante más de medio siglo
Por más de medio siglo la Sección de Intereses de los Estados Unidos en la Embajada de Suiza en Cuba representa los intereses estadounidenses en la isla; lo mismo para su contraparte, la Sección de Intereses de la República de Cuba en Washington. Formalmente, son parte de las embajadas de Suiza en estos países, pero operan independientemente en todo, excepto en protocolo.
Entonces, ¿qué cambia ahora al convertirse embajada?
Construida en 1953, la antigua embajada de los Estados Unidos cerró sus puertas en 1961, cuando el presidente Dwight Eisenhower puso fin a las relaciones diplomáticas entre ambos países, hasta que en 1977 abrió nuevamente como la Sección de Intereses (SINA).
Con un presupuesto anual de 13 millones de dólares, cuenta con 360 empleados en su mayoría cubanos contratados por una agencia de empleo del gobierno cubano. El gobierno cubano limita el contingente estadounidense a 51.
Debido a la preocupación por el espionaje, los empleados cubanos se limitan a los dos primeros pisos, donde no se discute ninguna información clasificada. El edificio no puede ondear la bandera de Estados Unidos, ni el jefe de la misión puede poner una en su auto.
El presidente Obama no ha nombrado embajador aún y una vez que lo haga, el Senado debe aprobar el nombramiento. El Senado, republicano en su mayoría, ha amenazado con no bendecir el cargo.
Desde agosto del pasado año, y con más énfasis a partir de hoy, aunque sin el título de embajador, Jeffrey DeLaurentis, el actual jefe de la SINA, es la mano derecha de Obama en La Habana. DeLaurentis conoce bien Cuba: fue funcionario consular de 1991 a 1993, y jefe político-económico en la Sección de 1999 a 2002.
Los Estados Unidos mantienen embajadas en otros países totalitarios. En 2008, abrió una embajada en Beijín, China, un argumento utilizado por Obama como ejemplo para emplear el mismo protocolo con Cuba.
Ha habido 13 jefes de la SINA desde 1977. El más “problemático”, según el gobierno de Cuba, ha sido James Cason, por su apoyo abierto a la disidencia y la oposición cubana, algo que sigue haciendo desde la alcaldía de Coral Gables, en la Florida.
Otro presidente, el demócrata Jimmy Carter, apoyó un acercamiento con Cuba. Su hombre en La Habana, de 1979 a 1982, fue Wayne Smith, quien a diferencia de Cason dialogó abiertamente con Fidel Castro
¿Qué cambia ahora al pasar de oficina de intereses a embajada?
Formalmente, tanto la de Cuba como la de Estados Unidos, son parte de las embajadas de Suiza en estos países, pero operan independientemente en todo, excepto en protocolo.
Obama agradece a Suiza su representación en Cuba durante más de medio siglo
Por más de medio siglo la Sección de Intereses de los Estados Unidos en la Embajada de Suiza en Cuba representa los intereses estadounidenses en la isla; lo mismo para su contraparte, la Sección de Intereses de la República de Cuba en Washington. Formalmente, son parte de las embajadas de Suiza en estos países, pero operan independientemente en todo, excepto en protocolo.
Entonces, ¿qué cambia ahora al convertirse embajada?
Construida en 1953, la antigua embajada de los Estados Unidos cerró sus puertas en 1961, cuando el presidente Dwight Eisenhower puso fin a las relaciones diplomáticas entre ambos países, hasta que en 1977 abrió nuevamente como la Sección de Intereses (SINA).
Con un presupuesto anual de 13 millones de dólares, cuenta con 360 empleados en su mayoría cubanos contratados por una agencia de empleo del gobierno cubano. El gobierno cubano limita el contingente estadounidense a 51.
Debido a la preocupación por el espionaje, los empleados cubanos se limitan a los dos primeros pisos, donde no se discute ninguna información clasificada. El edificio no puede ondear la bandera de Estados Unidos, ni el jefe de la misión puede poner una en su auto.
El presidente Obama no ha nombrado embajador aún y una vez que lo haga, el Senado debe aprobar el nombramiento. El Senado, republicano en su mayoría, ha amenazado con no bendecir el cargo.
Desde agosto del pasado año, y con más énfasis a partir de hoy, aunque sin el título de embajador, Jeffrey DeLaurentis, el actual jefe de la SINA, es la mano derecha de Obama en La Habana. DeLaurentis conoce bien Cuba: fue funcionario consular de 1991 a 1993, y jefe político-económico en la Sección de 1999 a 2002.
Los Estados Unidos mantienen embajadas en otros países totalitarios. En 2008, abrió una embajada en Beijín, China, un argumento utilizado por Obama como ejemplo para emplear el mismo protocolo con Cuba.
Ha habido 13 jefes de la SINA desde 1977. El más “problemático”, según el gobierno de Cuba, ha sido James Cason, por su apoyo abierto a la disidencia y la oposición cubana, algo que sigue haciendo desde la alcaldía de Coral Gables, en la Florida.
Otro presidente, el demócrata Jimmy Carter, apoyó un acercamiento con Cuba. Su hombre en La Habana, de 1979 a 1982, fue Wayne Smith, quien a diferencia de Cason dialogó abiertamente con Fidel Castro
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Re: Riaperte le ambasciate USA-CUBA
Per quanto mi riguarda silenzio stampa sul tema,mejor hablamos de puticas...
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Re: Riaperte le ambasciate USA-CUBA
albertico ha scritto:Per quanto mi riguarda silenzio stampa sul tema,mejor hablamos de puticas...
miedo che los yankess se la llevan toditas ehe?
Ultima modifica di mosquito il Dom 19 Lug 2015 - 2:04 - modificato 1 volta.
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Re: Riaperte le ambasciate USA-CUBA
http://www.martinoticias.com/content/embajada-de-eeuu-en-la-habana-no-izara-bandera-por-ahora/99115.html
La Embajada de Estados Unidos en La Habana reabrirá oficialmente sus puertas el lunes 20 de julio, como estaba previsto, aunque la bandera estadounidense tendrá que esperar hasta fines del verano para ondear en el asta de esa sede diplomática.
"La ceremonia oficial de reapertura, que incluye izar la bandera, estará a cargo del secretario de Estado John Kerry, quien viajará a La Habana a fines del verano para esa histórica ocasión", afirmó este viernes un alto funcionario del Departamento de Estado. "Legalmente nuestra Embajada comenzará a funcionar como tal el lunes 20".
El funcionario, que habló con varios periodistas en conferencia telefónica, dijo que ese día la sede diplomática en La Habana dará a conocer una breve declaración, para hacer el anuncio.
El jefe de la actual Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Jeffrey DeLaurentis, será por ahora el Encargado de Negocios de la Embajada. DeLaurentis, no estará en La Habana el lunes, ya que viajará a Washington para integrar la delegación oficial de Estados Unidos que asistirá a la ceremonia de reapertura de la Embajada de Cuba en la capital estadounidense.
Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, presidirá la delegación de Estados Unidos en esa ceremonia, añadió la fuente
La Embajada de Estados Unidos en La Habana reabrirá oficialmente sus puertas el lunes 20 de julio, como estaba previsto, aunque la bandera estadounidense tendrá que esperar hasta fines del verano para ondear en el asta de esa sede diplomática.
"La ceremonia oficial de reapertura, que incluye izar la bandera, estará a cargo del secretario de Estado John Kerry, quien viajará a La Habana a fines del verano para esa histórica ocasión", afirmó este viernes un alto funcionario del Departamento de Estado. "Legalmente nuestra Embajada comenzará a funcionar como tal el lunes 20".
El funcionario, que habló con varios periodistas en conferencia telefónica, dijo que ese día la sede diplomática en La Habana dará a conocer una breve declaración, para hacer el anuncio.
El jefe de la actual Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Jeffrey DeLaurentis, será por ahora el Encargado de Negocios de la Embajada. DeLaurentis, no estará en La Habana el lunes, ya que viajará a Washington para integrar la delegación oficial de Estados Unidos que asistirá a la ceremonia de reapertura de la Embajada de Cuba en la capital estadounidense.
Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, presidirá la delegación de Estados Unidos en esa ceremonia, añadió la fuente
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Re: Riaperte le ambasciate USA-CUBA
http://oncubamagazine.com/actualidad/la-embajada-estadounidense-en-la-habana-no-es-territorio-norteamericano/
Nadie que entre a los terrenos de la embajada norteamericana en La Habana podrá pedir asilo bajo la Ley de Ajuste cubano. La causa es muy simple: la sede diplomática NO es territorio de ese país.
Así lo ha debido aclarar el Departamento de Estado luego de que el congresista Mario Díaz-Balart afirmara categóricamente que los cubanos podrían pedir asilo en la sede diplomática, si lograban entrar en ella.
“Hay una creencia popular de que la embajada de Estados Unidos es territorio de Estados Unidos, y eso es incorrecto”, aseguró en entrevista con OnCuba la jefa adjunta de la Oficina de Prensa y Cultura de la embajada de Estados Unidos en Cuba, Lydia Barraza.
“Tenemos cierta inmunidad diplomática pero no somos territorio y por esa razón es imposible que alguien pueda reclamar asilo en el espacio físico de la sede o de la oficina consular. La persona tiene que estar físicamente en territorio de los Estados Unidos para pedir asilo; la ley de Inmigración norteamericana así lo dispone”, apuntó la funcionaria.
“Bajo la Administración Clinton los dos países firmaron acuerdos migratorios, según los cuales Estados Unidos garantizará 20 mil visas de emigrantes cada año, que hemos entregado sobre todo en procesos de reunificación familiar. Esos acuerdos hacen posible una vía de emigración legal y segura. Antes del restablecimiento de las relaciones diplomáticas ya sosteníamos conversaciones sobre temas migratorios, que ahora continuarán. Insistimos que lo importante es que las personas conozcan que hay una manera legal y segura de emigrar hacia los Estados Unidos”, agregó.
Las autoridades norteñas salen pronto al paso de un rumor levantado por el congresista y un bloguero cercano a las posiciones anti-normalización del caucus cubanoamericano, para evitar incidentes en la misión enclavada frente al Malecón habanero, a donde cada mañana acuden más de mil personas para entrevistas consulares u otros trámites.
Están conscientes de que si se esparce la creencia de que cualquiera podría optar por los exclusivos privilegios migratorios de la Ley de Ajuste, con solo pasar la verja, podrían provocarse situaciones similares a las vividas en la embajada de Perú, en 1980, como preámbulo de la crisis migratoria del Mariel.
La jefa adjunta de la oficina de Prensa y Cultura quiso remarcar que la administración Obama carece de planes para modificar la Ley de Ajuste, “otra creencia popular que también es incorrecta”, dijo.
Según las estadísticas más recientes, además de las 20 mil visas migratorias de cada año, un promedio de otros 20 mil cubanos han llegado en los últimos dos años a las fronteras de Estados Unidos por vías irregulares, básicamente las fronteras con México y Canadá, y la vía marítima. La existencia de una norma que considera perseguido político a cualquier ciudadano nacido en el archipiélago es un fuerte aliciente para tomar los más variados caminos con tal de llegar.
Nadie que entre a los terrenos de la embajada norteamericana en La Habana podrá pedir asilo bajo la Ley de Ajuste cubano. La causa es muy simple: la sede diplomática NO es territorio de ese país.
Así lo ha debido aclarar el Departamento de Estado luego de que el congresista Mario Díaz-Balart afirmara categóricamente que los cubanos podrían pedir asilo en la sede diplomática, si lograban entrar en ella.
“Hay una creencia popular de que la embajada de Estados Unidos es territorio de Estados Unidos, y eso es incorrecto”, aseguró en entrevista con OnCuba la jefa adjunta de la Oficina de Prensa y Cultura de la embajada de Estados Unidos en Cuba, Lydia Barraza.
“Tenemos cierta inmunidad diplomática pero no somos territorio y por esa razón es imposible que alguien pueda reclamar asilo en el espacio físico de la sede o de la oficina consular. La persona tiene que estar físicamente en territorio de los Estados Unidos para pedir asilo; la ley de Inmigración norteamericana así lo dispone”, apuntó la funcionaria.
“Bajo la Administración Clinton los dos países firmaron acuerdos migratorios, según los cuales Estados Unidos garantizará 20 mil visas de emigrantes cada año, que hemos entregado sobre todo en procesos de reunificación familiar. Esos acuerdos hacen posible una vía de emigración legal y segura. Antes del restablecimiento de las relaciones diplomáticas ya sosteníamos conversaciones sobre temas migratorios, que ahora continuarán. Insistimos que lo importante es que las personas conozcan que hay una manera legal y segura de emigrar hacia los Estados Unidos”, agregó.
Las autoridades norteñas salen pronto al paso de un rumor levantado por el congresista y un bloguero cercano a las posiciones anti-normalización del caucus cubanoamericano, para evitar incidentes en la misión enclavada frente al Malecón habanero, a donde cada mañana acuden más de mil personas para entrevistas consulares u otros trámites.
Están conscientes de que si se esparce la creencia de que cualquiera podría optar por los exclusivos privilegios migratorios de la Ley de Ajuste, con solo pasar la verja, podrían provocarse situaciones similares a las vividas en la embajada de Perú, en 1980, como preámbulo de la crisis migratoria del Mariel.
La jefa adjunta de la oficina de Prensa y Cultura quiso remarcar que la administración Obama carece de planes para modificar la Ley de Ajuste, “otra creencia popular que también es incorrecta”, dijo.
Según las estadísticas más recientes, además de las 20 mil visas migratorias de cada año, un promedio de otros 20 mil cubanos han llegado en los últimos dos años a las fronteras de Estados Unidos por vías irregulares, básicamente las fronteras con México y Canadá, y la vía marítima. La existencia de una norma que considera perseguido político a cualquier ciudadano nacido en el archipiélago es un fuerte aliciente para tomar los más variados caminos con tal de llegar.
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Re: Riaperte le ambasciate USA-CUBA
Spunto interessante e precisazione importante per evitare l assedio dell'ambasciata star and stripes.
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Re: Riaperte le ambasciate USA-CUBA
http://www.martinoticias.com/content/sin-chaqueta-ni-corbata-john-kerry-/102163.html
el secretario de Estado estadounidense John Kerry caminó este viernes por las calles y plazas de la Habana Vieja, rodeado de escoltas, periodistas, turistas y curiosos.
Acompañado por Eusebio Leal, el Historiador de la Ciudad,
Kerry se sacó la chaqueta y la corbata y caminó por la Plaza de San Francisco de Asís, situada en el centro histórico de La Habana, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
En pocos minutos, turistas, periodistas y vecinos de la zona se congregaron en la plaza, a la que Kerry llegó poco después de ofrecer una conferencia de prensa conjunta con el canciller cubano Bruno Rodríguez.
"Obviamente, me encanta estar aquí en La Habana", dijo Kerry al iniciar la conferencia de prensa en el Hotel Nacional pidiendo disculpas a los periodistas por su retraso.
"Pido disculpas porque se trata de un hotel histórico y me tomé un momento para ver las áreas aledañas", señaló Kerry, quien también comentó sobre "los líderes y personalidades del arte" que han visitado ese hotel, entre ellos el ex primer ministro británico Winston Churchill; el Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway, y los cantantes Nat King Cole y Frank Sinatra.
Kerry, el primer funcionario estadounidense de su rango en visitar Cuba en 70 años, presidió este viernes la ceremonia formal de izado de la bandera estadounidense en la flamante embajada de ese país en La Habana, sellando así la reconciliación entre Washington y La Habana.
el secretario de Estado estadounidense John Kerry caminó este viernes por las calles y plazas de la Habana Vieja, rodeado de escoltas, periodistas, turistas y curiosos.
Acompañado por Eusebio Leal, el Historiador de la Ciudad,
Kerry se sacó la chaqueta y la corbata y caminó por la Plaza de San Francisco de Asís, situada en el centro histórico de La Habana, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
En pocos minutos, turistas, periodistas y vecinos de la zona se congregaron en la plaza, a la que Kerry llegó poco después de ofrecer una conferencia de prensa conjunta con el canciller cubano Bruno Rodríguez.
"Obviamente, me encanta estar aquí en La Habana", dijo Kerry al iniciar la conferencia de prensa en el Hotel Nacional pidiendo disculpas a los periodistas por su retraso.
"Pido disculpas porque se trata de un hotel histórico y me tomé un momento para ver las áreas aledañas", señaló Kerry, quien también comentó sobre "los líderes y personalidades del arte" que han visitado ese hotel, entre ellos el ex primer ministro británico Winston Churchill; el Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway, y los cantantes Nat King Cole y Frank Sinatra.
Kerry, el primer funcionario estadounidense de su rango en visitar Cuba en 70 años, presidió este viernes la ceremonia formal de izado de la bandera estadounidense en la flamante embajada de ese país en La Habana, sellando así la reconciliación entre Washington y La Habana.
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Re: Riaperte le ambasciate USA-CUBA
http://www.martinoticias.com/content/eeuu-cuba-embajada-ceremonia-kerry-discurso/102155.html
Discurso de John Kerry en la ceremonia de reapertura de la embajada en Cuba
Traducción de las palabras del Secretario de Estado antes del izado de la bandera de Estados Unidos en La Habana, el 14 de agosto de 2015.
Gracias, muchas gracias, buenos días,
lamento que empecemos un poco tarde hoy pero tuvimos un bonito paseo por el camino y es maravilloso estar aquí, y les doy las gracias por haber dejado mi futura transportación aquí afuera detrás de mí (tres autos americanos de los años 50 estacionados en el Malecón).
Distinguidos miembros de la delegación cubana, Josefina, gracias por tu liderazgo y todo el trabajo de tu delegación; Excelencias del cuerpo diplomático; mis colegas de Washington, pasados y presentes; embajador DeLaurentis y todo el personal de la Embajada; y amigos que nos contemplan en todo el mundo:
Gracias por acompañarnos en este momento verdaderamente histórico mientras nos preparamos a izar la bandera de Estados Unidos aquí en nuestra Embajada de La Habana. Simbolizando el restablecimiento de relaciones diplomáticas al cabo de 54 años.
Esta es, también, la primera vez que un secretario de Estado de Estados Unidos visita Cuba desde 1945.
Esta mañana me siento casi como en casa aquí y agradezco a los que han venido a compartir la ceremonia de pie ahí afuera, alrededor de nuestras instalaciones. Y me siento en casa aquí porque esta es ciertamente una ocasión memorable, un día para poner a un lado viejas barreras y explorar nuevas posibilidades. Y es en ese espíritu que puedo decir a nombre de mi país (EN ESPAÑOL) los Estados Unidos acogen con beneplácito este nuevo comienzo de su relación con el pueblo y el Gobierno de Cuba.
Sabemos que el camino hacia unas relaciones plenamente normales es largo, pero es precisamente por ello que tenemos que empezar en este mismo instante.
No hay nada que temer, ya que serán muchos los beneficios de los que gozaremos cuando permitamos a nuestros ciudadanos conocerse mejor, visitarse con más frecuencias, realizar negocios de forma habitual, intercambiar ideas y aprender unos de los otros.
(EN INGLÉS) Amigos, estamos congregados hoy aquí porque nuestros líderes, el presidente Obama y el presidente Castro, tomaron una valiente decisión: Dejar de ser prisioneros de la historia y enfocarse en las oportunidades de hoy y de mañana. Eso no significa que debamos o vayamos a olvidarnos del pasado. Después de todo, ¿cómo podríamos olvidarlo?
Al menos para mi generación las imágenes son indelebles. En 1959 Fidel Castro visitó Estados Unidos y fue saludado por multitudes entusiastas. A su regreso al año siguiente para la Asamblea General de la ONU fue abrazado por el entonces premier soviético, Nikita Khruschev. En 1961 se desarrolló la tragedia de Bahía de Cochinos, y el presidente Kennedy asumió la responsabilidad. Y luego, en octubre de 1962, surgió la crisis de los misiles: 13 días que nos empujaron hasta el umbral mismo de una guerra nuclear. Yo era entonces un estudiante y todavía puedo recordar las caras tensas de nuestros líderes, el espantoso mapa que mostraba los movimientos de buques adversarios, el plazo que estaba por vencerse, y esa palabra peculiar: Cuarentena. Estábamos crispados e inseguros sobre el futuro, porque no sabíamos al cerrar los ojos cada noche qué nos encontraríamos al despertar.
En ese ambiente de frialdad, los lazos diplomáticos entre Washington y esta capital se tensaron, luego se debilitaron y por último se cortaron. A fines de 1960 el Embajador estadounidense abandonó La Habana. A principios del siguiente mes de enero, el Gobierno cubano exigió una fuerte reducción en el personal de nuestra misión y el presidente Eisenhower decidió que no tenía otra alternativa que cerrar la Embajada.
La mayor parte del personal estadounidense se marchó rápidamente. Pero unos pocos se quedaron para entregar las llaves a nuestros colegas suizos, que fungirían de manera diligente y honorable como nuestra potencia protectora durante más de 50 años. Me acabo de reunir con el ministro suizo de asuntos exteriores Didier Burkhalter, siempre estaremos agradecidos por su servicio y su ayuda.
Entre los que permanecieron en la Embajada había tres custodios, tres Infantes de Marina: Larry Morris, Mike East y James Tracey. Cuando salieron del edificio fueron confrontados por una gran multitud que se interponía entre ellos y el asta de la bandera. Había una gran tensión, nadie se sentía seguro, pero los marines tenían una misión que cumplir, y lentamente, la multitud les abrió paso; consiguieron llegar al asta de la bandera, arriaron la Old Glory, la plegaron y regresaron al edificio.
Larry, Mike y Jim habían cumplido su misión, pero también hicieron una atrevida promesa: Que un día regresarían a La Habana e izarían de nuevo la bandera. En ese momento nadie habría podido imaginar cuán distante estaba ese día.
Por más de medio siglo, las relaciones EEUU-Cuba han estado fosilizadas en el ámbar de la política de la Guerra Fría. En el ínterin, una generación entera de estadounidenses y cubanos creció, y envejeció. Estados Unidos ha tenido 10 nuevos presidentes. En una Alemania unida el Muro de Berlín se convirtió en un vago recuerdo. Liberada de los grilletes soviéticos, la Europa central es de nuevo hogar de florecientes democracias. Y la semana pasada yo estuve en Hanoi para celebrar el 20 aniversario de la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Vietnam.
Piénselo: Una larga y terrible guerra que infligió cicatrices indelebles, físicas y mentales, seguida por dos décadas de mutua sanación, que fueron seguidas por otras dos décadas de compromiso diplomático y comercial. En ese período Vietnam evolucionó de ser un país desgajado por la violencia a ser una sociedad dinámica con una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo. Y en todo ese tiempo de reconciliación, de normalización, las relaciones cubano-estadounidenses siguieron encerradas en el pasado.
Mientras tanto, nuevas tecnologías permitieron a personas de todas partes beneficiarse de proyectos compartidos a través de esas extensiones de océanos y tierras. Amigos, no hacía falta un GPS para entender que el camino de mutuo aislamiento y distanciamiento por el que andaban Estados Unidos y Cuba no era un buen camino y que había llegado la hora de que avanzáramos en una dirección más prometedora.
En Estados Unidos eso significa reconocer que la política estadounidense no era el yunque en el que se forjaría el futuro de Cuba. Al margen de décadas de buenas intenciones, las políticas del pasado no condujeron a una transición democrática en Cuba. Tampoco sería realista esperar que la normalización de relaciones tenga a corto plazo un impacto transformador. Después de todo, son los cubanos los que tienen que moldear el futuro de Cuba.
La responsabilidad por la naturaleza, la calidad y la rendición de cuentas de un Gobierno no recae, como no debe ser, en ninguna entidad externa, sino únicamente en los ciudadanos de un país. Pero los dirigentes en La Habana y el pueblo cubano deben saber también que Estados Unidos será siempre un paladín de las reformas y los principios democráticos. Como muchos otros Gobiernos dentro y fuera de este hemisferio, continuaremos urgiendo al Gobierno cubano a cumplir con sus obligaciones bajo los pactos de Derechos Humanos interamericanos y de la ONU, obligaciones que comparten Estados Unidos y todos los demás países de las Américas.
Y, realmente, seguimos convencidos de que el pueblo de Cuba estará mejor servido por una auténtica democracia, en la que la gente pueda elegir a sus líderes, expresar sus ideas, practicar su fe; en la que el compromiso con la justicia social y económica se realice de manera más plena; en la que las instituciones rindan cuentas a aquellos a quienes sirven; y en la que la sociedad civil sea independiente y se le permita florecer.
Permítanme ser muy claro: El establecimiento de relaciones diplomáticas normales no es algo que un Gobierno hace como un favor a otro; es algo que dos países emprenden conjuntamente cuando los ciudadanos de ambos países se van a beneficiar. Y, en este caso, la reapertura de nuestras embajadas es importante en dos niveles: de pueblo a pueblo, y de Gobierno a Gobierno.
Primeramente, creemos que es útil para nuestras naciones aprender más una de la otra, conocernos más. Es por eso que nos entusiasma que los viajes de Estados Unidos a Cuba se hayan incrementado 35% desde enero y continúen aumentando. Nos alienta que cada vez más compañías estén explorando aquí proyectos comerciales que crearán oportunidades para el creciente número de emprendedores cubanos; y nos entusiasma también que las firmas de Estados Unidos estén interesadas en ayudar a Cuba a expandir sus telecomunicaciones y sus conexiones a internet, y que el Gobierno aquí haya prometido recientemente crear decenas de puntos más baratos de Wi-Fi.
También queremos reconocer el papel especial que la comunidad cubanoamericana está desempeñando para establecer una nueva relación entre nuestros países. Y, de hecho, tenemos hoy con nosotros a representantes de esa comunidad, de los cuales algunos nacieron aquí y otros en Estados Unidos. Con sus fuertes lazos culturales y familiares, ellos pueden aportar mucho al espíritu de cooperación bilateral y progreso que deseamos crear, del mismo modo que han aportado mucho a sus comunidades en su país adoptivo.
La restauración de lazos diplomáticos también hará más fácil la cooperación entre nuestros Gobiernos. Somos, después de todo, vecinos; y los vecinos siempre tienen muchas cosas que discutir en áreas como la aviación civil, política migratoria, preparación para desastres; protección del medio ambiente marino, cambio climático global y otros asuntos más difíciles y complicados. Tener relaciones normales facilitará que conversemos y el diálogo puede profundizar la comprensión, aun cuando sabemos muy bien que no estaremos de acuerdo en todo.
Estamos plenamente conscientes de que, a pesar de la nueva política del presidente Obama, el embargo comercial a Cuba sigue vigente y sólo puede ser derogado por un acto del Congreso, un paso que cuenta con nuestro fuerte apoyo (aplausos). Por el momento, el Presidente ha tomado medidas para aliviar las restricciones a las remesas, las exportaciones y las importaciones a fin de ayudar a los emprendedores privados cubanos; a las telecomunicaciones, los viajes familiares... pero queremos ir más allá. El objetivo de todos estos cambios es ayudar a los cubanos a conectarse con el mundo y mejorar sus vidas. Y, mientras hacemos nuestra parte, instamos al Gobierno cubano a hacer menos difícil para sus ciudadanos empezar negocios, participar en el comercio, acceder a la información online. El embargo ha sido siempre una calle de dos vías y ambas partes deben eliminar las restricciones que han estado frenando a los cubanos.
Antes de terminar, quiero agradecer sinceramente a los líderes de las Américas que por largo tiempo han urgido a Estados Unidos y Cuba a restablecer relaciones normales. Agradezco al papa Francisco y al Vaticano por apoyar el inicio de un nuevo capítulo en las relaciones entre nuestros países. Y creo que no es por accidente que el Santo Padre planea en este momento venir aquí y luego a Washington, Estados Unidos. Aplaudo por igual al presidente Obama y al presidente Castro por haber tenido el valor de acercarnos, pese a la considerable oposición. Agradezco a la secretaria adjunta Roberta Jacobson y su equipo, a nuestras contrapartes en el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, a nuestro jefe de misión, el embajador Jeffrey DeLaurentis y su extraordinario personal, por todo el arduo trabajo que nos ha traído hasta este día. Y le digo al maravilloso personal de nuestra embajada: Si creen que han estado muy ocupados en los últimos meses, ajústense el cinturón de seguridad (Risas).
Pero, sobre todo, sobre todo, quiero rendir tributo al pueblo de Cuba y a la comunidad cubanoamericana en Estados Unidos. José Martí dijo una vez que "Todo lo que divide a los hombres (todo lo que especifica, aparta o acorrala), es un pecado contra la Humanidad". Claramente, los sucesos del pasado –las palabras ácidas, los actos de provocación o represalias, las tragedias humanas– todos han sido fuente de una profunda división que ha disminuido nuestra común humanidad. Ha habido demasiados días de sacrificio y de dolor; demasiadas décadas de suspicacia y temor. Por eso me entusiasman aquellos que en ambos lados del estrecho, bien por sus lazos familiares o por el simple deseo de reemplazar el rencor con algo más productivo, han respaldado esta búsqueda de un camino mejor.
Hemos comenzado a avanzar por ese camino sin albergar ilusiones sobre lo difícil que puede ser. Pero estamos cada uno confiados en nuestras intenciones y los contactos que hemos tenido, y complacidos con las amistades que hemos empezado a forjar.
(EN ESPAÑOL) Estamos seguros de que este es el momento de acercarnos, dos pueblos ya no enemigos ni rivales, sino vecinos. Es el momento de desplegar nuestras banderas, enarbolarlas y hacerle saber al resto del mundo que nos deseamos lo mejor los unos a los otros.
Es teniendo presente esta misión sanadora que me dirijo ahora a Larry Morris, Jim Tracey y Mike East. Hace 54 años, ustedes, caballeros, prometieron regresar a La Habana e izar en la Embajada de Estados Unidos la bandera que arriaron aquel día de enero hace ya mucho tiempo. Les invito hoy, a nombre del presidente Obama y del pueblo americano, a cumplir aquella promesa presentando la bandera de las barras y las estrellas para que sea izada por miembros de nuestro actual destacamento militar.
Larry, Jim y Mike, esta es su seña para hacer realidad las palabras que llenarían de orgullo a cualquier diplomático, como también a cualquier miembro del Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos: Promesa que se hace, promesa que se cumple. Gracias.
Discurso de John Kerry en la ceremonia de reapertura de la embajada en Cuba
Traducción de las palabras del Secretario de Estado antes del izado de la bandera de Estados Unidos en La Habana, el 14 de agosto de 2015.
Gracias, muchas gracias, buenos días,
lamento que empecemos un poco tarde hoy pero tuvimos un bonito paseo por el camino y es maravilloso estar aquí, y les doy las gracias por haber dejado mi futura transportación aquí afuera detrás de mí (tres autos americanos de los años 50 estacionados en el Malecón).
Distinguidos miembros de la delegación cubana, Josefina, gracias por tu liderazgo y todo el trabajo de tu delegación; Excelencias del cuerpo diplomático; mis colegas de Washington, pasados y presentes; embajador DeLaurentis y todo el personal de la Embajada; y amigos que nos contemplan en todo el mundo:
Gracias por acompañarnos en este momento verdaderamente histórico mientras nos preparamos a izar la bandera de Estados Unidos aquí en nuestra Embajada de La Habana. Simbolizando el restablecimiento de relaciones diplomáticas al cabo de 54 años.
Esta es, también, la primera vez que un secretario de Estado de Estados Unidos visita Cuba desde 1945.
Esta mañana me siento casi como en casa aquí y agradezco a los que han venido a compartir la ceremonia de pie ahí afuera, alrededor de nuestras instalaciones. Y me siento en casa aquí porque esta es ciertamente una ocasión memorable, un día para poner a un lado viejas barreras y explorar nuevas posibilidades. Y es en ese espíritu que puedo decir a nombre de mi país (EN ESPAÑOL) los Estados Unidos acogen con beneplácito este nuevo comienzo de su relación con el pueblo y el Gobierno de Cuba.
Sabemos que el camino hacia unas relaciones plenamente normales es largo, pero es precisamente por ello que tenemos que empezar en este mismo instante.
No hay nada que temer, ya que serán muchos los beneficios de los que gozaremos cuando permitamos a nuestros ciudadanos conocerse mejor, visitarse con más frecuencias, realizar negocios de forma habitual, intercambiar ideas y aprender unos de los otros.
(EN INGLÉS) Amigos, estamos congregados hoy aquí porque nuestros líderes, el presidente Obama y el presidente Castro, tomaron una valiente decisión: Dejar de ser prisioneros de la historia y enfocarse en las oportunidades de hoy y de mañana. Eso no significa que debamos o vayamos a olvidarnos del pasado. Después de todo, ¿cómo podríamos olvidarlo?
Al menos para mi generación las imágenes son indelebles. En 1959 Fidel Castro visitó Estados Unidos y fue saludado por multitudes entusiastas. A su regreso al año siguiente para la Asamblea General de la ONU fue abrazado por el entonces premier soviético, Nikita Khruschev. En 1961 se desarrolló la tragedia de Bahía de Cochinos, y el presidente Kennedy asumió la responsabilidad. Y luego, en octubre de 1962, surgió la crisis de los misiles: 13 días que nos empujaron hasta el umbral mismo de una guerra nuclear. Yo era entonces un estudiante y todavía puedo recordar las caras tensas de nuestros líderes, el espantoso mapa que mostraba los movimientos de buques adversarios, el plazo que estaba por vencerse, y esa palabra peculiar: Cuarentena. Estábamos crispados e inseguros sobre el futuro, porque no sabíamos al cerrar los ojos cada noche qué nos encontraríamos al despertar.
En ese ambiente de frialdad, los lazos diplomáticos entre Washington y esta capital se tensaron, luego se debilitaron y por último se cortaron. A fines de 1960 el Embajador estadounidense abandonó La Habana. A principios del siguiente mes de enero, el Gobierno cubano exigió una fuerte reducción en el personal de nuestra misión y el presidente Eisenhower decidió que no tenía otra alternativa que cerrar la Embajada.
La mayor parte del personal estadounidense se marchó rápidamente. Pero unos pocos se quedaron para entregar las llaves a nuestros colegas suizos, que fungirían de manera diligente y honorable como nuestra potencia protectora durante más de 50 años. Me acabo de reunir con el ministro suizo de asuntos exteriores Didier Burkhalter, siempre estaremos agradecidos por su servicio y su ayuda.
Entre los que permanecieron en la Embajada había tres custodios, tres Infantes de Marina: Larry Morris, Mike East y James Tracey. Cuando salieron del edificio fueron confrontados por una gran multitud que se interponía entre ellos y el asta de la bandera. Había una gran tensión, nadie se sentía seguro, pero los marines tenían una misión que cumplir, y lentamente, la multitud les abrió paso; consiguieron llegar al asta de la bandera, arriaron la Old Glory, la plegaron y regresaron al edificio.
Larry, Mike y Jim habían cumplido su misión, pero también hicieron una atrevida promesa: Que un día regresarían a La Habana e izarían de nuevo la bandera. En ese momento nadie habría podido imaginar cuán distante estaba ese día.
Por más de medio siglo, las relaciones EEUU-Cuba han estado fosilizadas en el ámbar de la política de la Guerra Fría. En el ínterin, una generación entera de estadounidenses y cubanos creció, y envejeció. Estados Unidos ha tenido 10 nuevos presidentes. En una Alemania unida el Muro de Berlín se convirtió en un vago recuerdo. Liberada de los grilletes soviéticos, la Europa central es de nuevo hogar de florecientes democracias. Y la semana pasada yo estuve en Hanoi para celebrar el 20 aniversario de la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Vietnam.
Piénselo: Una larga y terrible guerra que infligió cicatrices indelebles, físicas y mentales, seguida por dos décadas de mutua sanación, que fueron seguidas por otras dos décadas de compromiso diplomático y comercial. En ese período Vietnam evolucionó de ser un país desgajado por la violencia a ser una sociedad dinámica con una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo. Y en todo ese tiempo de reconciliación, de normalización, las relaciones cubano-estadounidenses siguieron encerradas en el pasado.
Mientras tanto, nuevas tecnologías permitieron a personas de todas partes beneficiarse de proyectos compartidos a través de esas extensiones de océanos y tierras. Amigos, no hacía falta un GPS para entender que el camino de mutuo aislamiento y distanciamiento por el que andaban Estados Unidos y Cuba no era un buen camino y que había llegado la hora de que avanzáramos en una dirección más prometedora.
En Estados Unidos eso significa reconocer que la política estadounidense no era el yunque en el que se forjaría el futuro de Cuba. Al margen de décadas de buenas intenciones, las políticas del pasado no condujeron a una transición democrática en Cuba. Tampoco sería realista esperar que la normalización de relaciones tenga a corto plazo un impacto transformador. Después de todo, son los cubanos los que tienen que moldear el futuro de Cuba.
La responsabilidad por la naturaleza, la calidad y la rendición de cuentas de un Gobierno no recae, como no debe ser, en ninguna entidad externa, sino únicamente en los ciudadanos de un país. Pero los dirigentes en La Habana y el pueblo cubano deben saber también que Estados Unidos será siempre un paladín de las reformas y los principios democráticos. Como muchos otros Gobiernos dentro y fuera de este hemisferio, continuaremos urgiendo al Gobierno cubano a cumplir con sus obligaciones bajo los pactos de Derechos Humanos interamericanos y de la ONU, obligaciones que comparten Estados Unidos y todos los demás países de las Américas.
Y, realmente, seguimos convencidos de que el pueblo de Cuba estará mejor servido por una auténtica democracia, en la que la gente pueda elegir a sus líderes, expresar sus ideas, practicar su fe; en la que el compromiso con la justicia social y económica se realice de manera más plena; en la que las instituciones rindan cuentas a aquellos a quienes sirven; y en la que la sociedad civil sea independiente y se le permita florecer.
Permítanme ser muy claro: El establecimiento de relaciones diplomáticas normales no es algo que un Gobierno hace como un favor a otro; es algo que dos países emprenden conjuntamente cuando los ciudadanos de ambos países se van a beneficiar. Y, en este caso, la reapertura de nuestras embajadas es importante en dos niveles: de pueblo a pueblo, y de Gobierno a Gobierno.
Primeramente, creemos que es útil para nuestras naciones aprender más una de la otra, conocernos más. Es por eso que nos entusiasma que los viajes de Estados Unidos a Cuba se hayan incrementado 35% desde enero y continúen aumentando. Nos alienta que cada vez más compañías estén explorando aquí proyectos comerciales que crearán oportunidades para el creciente número de emprendedores cubanos; y nos entusiasma también que las firmas de Estados Unidos estén interesadas en ayudar a Cuba a expandir sus telecomunicaciones y sus conexiones a internet, y que el Gobierno aquí haya prometido recientemente crear decenas de puntos más baratos de Wi-Fi.
También queremos reconocer el papel especial que la comunidad cubanoamericana está desempeñando para establecer una nueva relación entre nuestros países. Y, de hecho, tenemos hoy con nosotros a representantes de esa comunidad, de los cuales algunos nacieron aquí y otros en Estados Unidos. Con sus fuertes lazos culturales y familiares, ellos pueden aportar mucho al espíritu de cooperación bilateral y progreso que deseamos crear, del mismo modo que han aportado mucho a sus comunidades en su país adoptivo.
La restauración de lazos diplomáticos también hará más fácil la cooperación entre nuestros Gobiernos. Somos, después de todo, vecinos; y los vecinos siempre tienen muchas cosas que discutir en áreas como la aviación civil, política migratoria, preparación para desastres; protección del medio ambiente marino, cambio climático global y otros asuntos más difíciles y complicados. Tener relaciones normales facilitará que conversemos y el diálogo puede profundizar la comprensión, aun cuando sabemos muy bien que no estaremos de acuerdo en todo.
Estamos plenamente conscientes de que, a pesar de la nueva política del presidente Obama, el embargo comercial a Cuba sigue vigente y sólo puede ser derogado por un acto del Congreso, un paso que cuenta con nuestro fuerte apoyo (aplausos). Por el momento, el Presidente ha tomado medidas para aliviar las restricciones a las remesas, las exportaciones y las importaciones a fin de ayudar a los emprendedores privados cubanos; a las telecomunicaciones, los viajes familiares... pero queremos ir más allá. El objetivo de todos estos cambios es ayudar a los cubanos a conectarse con el mundo y mejorar sus vidas. Y, mientras hacemos nuestra parte, instamos al Gobierno cubano a hacer menos difícil para sus ciudadanos empezar negocios, participar en el comercio, acceder a la información online. El embargo ha sido siempre una calle de dos vías y ambas partes deben eliminar las restricciones que han estado frenando a los cubanos.
Antes de terminar, quiero agradecer sinceramente a los líderes de las Américas que por largo tiempo han urgido a Estados Unidos y Cuba a restablecer relaciones normales. Agradezco al papa Francisco y al Vaticano por apoyar el inicio de un nuevo capítulo en las relaciones entre nuestros países. Y creo que no es por accidente que el Santo Padre planea en este momento venir aquí y luego a Washington, Estados Unidos. Aplaudo por igual al presidente Obama y al presidente Castro por haber tenido el valor de acercarnos, pese a la considerable oposición. Agradezco a la secretaria adjunta Roberta Jacobson y su equipo, a nuestras contrapartes en el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, a nuestro jefe de misión, el embajador Jeffrey DeLaurentis y su extraordinario personal, por todo el arduo trabajo que nos ha traído hasta este día. Y le digo al maravilloso personal de nuestra embajada: Si creen que han estado muy ocupados en los últimos meses, ajústense el cinturón de seguridad (Risas).
Pero, sobre todo, sobre todo, quiero rendir tributo al pueblo de Cuba y a la comunidad cubanoamericana en Estados Unidos. José Martí dijo una vez que "Todo lo que divide a los hombres (todo lo que especifica, aparta o acorrala), es un pecado contra la Humanidad". Claramente, los sucesos del pasado –las palabras ácidas, los actos de provocación o represalias, las tragedias humanas– todos han sido fuente de una profunda división que ha disminuido nuestra común humanidad. Ha habido demasiados días de sacrificio y de dolor; demasiadas décadas de suspicacia y temor. Por eso me entusiasman aquellos que en ambos lados del estrecho, bien por sus lazos familiares o por el simple deseo de reemplazar el rencor con algo más productivo, han respaldado esta búsqueda de un camino mejor.
Hemos comenzado a avanzar por ese camino sin albergar ilusiones sobre lo difícil que puede ser. Pero estamos cada uno confiados en nuestras intenciones y los contactos que hemos tenido, y complacidos con las amistades que hemos empezado a forjar.
(EN ESPAÑOL) Estamos seguros de que este es el momento de acercarnos, dos pueblos ya no enemigos ni rivales, sino vecinos. Es el momento de desplegar nuestras banderas, enarbolarlas y hacerle saber al resto del mundo que nos deseamos lo mejor los unos a los otros.
Es teniendo presente esta misión sanadora que me dirijo ahora a Larry Morris, Jim Tracey y Mike East. Hace 54 años, ustedes, caballeros, prometieron regresar a La Habana e izar en la Embajada de Estados Unidos la bandera que arriaron aquel día de enero hace ya mucho tiempo. Les invito hoy, a nombre del presidente Obama y del pueblo americano, a cumplir aquella promesa presentando la bandera de las barras y las estrellas para que sea izada por miembros de nuestro actual destacamento militar.
Larry, Jim y Mike, esta es su seña para hacer realidad las palabras que llenarían de orgullo a cualquier diplomático, como también a cualquier miembro del Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos: Promesa que se hace, promesa que se cumple. Gracias.
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