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El caso de Alan Gross
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El caso de Alan Gross
http://www.diariodecuba.com/cuba/1386025423_6179.html
Washington urge a La Habana a liberar a Alan Gross en el cuarto aniversario de su arresto
Estados Unidos urgió de nuevo al régimen de La Habana a liberar "inmediata e incondicionalmente" al contratista estadounidense Alan Gross, en la víspera del cuarto aniversario de su arresto, y consideró "gravemente decepcionante" que su encarcelamiento se haya prolongado tanto.
"Mañana, el trabajador humanitario Alan Gross comenzará un quinto año de injusto encarcelamiento en Cuba", indicó el Departamento de Estado en un comunicado, reportó EFE.
Gross, de 64 años, fue arrestado y encarcelado el 3 de diciembre de 2009 y en 2011 se le condenó a 15 años de cárcel por lo que el régimen describió como "acciones contra la integridad territorial del Estado".
El Gobierno estadounidense niega ese cargo y mantiene que Gross trataba simplemente de proporcionar acceso "sin censura" a internet para "una pequeña comunidad religiosa" judía en la Isla.
"Es gravemente decepcionante, especialmente teniendo en cuenta su declarado objetivo de proporcionar acceso a internet a los cubanos, que el Gobierno de Cuba no haya permitido que Gross pueda volver para estar junto a su familia, donde pertenece", señaló el comunicado.
"Reiteramos nuestro llamado al Gobierno cubano, haciéndonos eco de muchos líderes extranjeros e incluso de aliados de Cuba, para liberar inmediata e incondicionalmente a Alan Gross", agregó.
Washington urge a La Habana a liberar a Alan Gross en el cuarto aniversario de su arresto
Estados Unidos urgió de nuevo al régimen de La Habana a liberar "inmediata e incondicionalmente" al contratista estadounidense Alan Gross, en la víspera del cuarto aniversario de su arresto, y consideró "gravemente decepcionante" que su encarcelamiento se haya prolongado tanto.
"Mañana, el trabajador humanitario Alan Gross comenzará un quinto año de injusto encarcelamiento en Cuba", indicó el Departamento de Estado en un comunicado, reportó EFE.
Gross, de 64 años, fue arrestado y encarcelado el 3 de diciembre de 2009 y en 2011 se le condenó a 15 años de cárcel por lo que el régimen describió como "acciones contra la integridad territorial del Estado".
El Gobierno estadounidense niega ese cargo y mantiene que Gross trataba simplemente de proporcionar acceso "sin censura" a internet para "una pequeña comunidad religiosa" judía en la Isla.
"Es gravemente decepcionante, especialmente teniendo en cuenta su declarado objetivo de proporcionar acceso a internet a los cubanos, que el Gobierno de Cuba no haya permitido que Gross pueda volver para estar junto a su familia, donde pertenece", señaló el comunicado.
"Reiteramos nuestro llamado al Gobierno cubano, haciéndonos eco de muchos líderes extranjeros e incluso de aliados de Cuba, para liberar inmediata e incondicionalmente a Alan Gross", agregó.
Ultima modifica di mosquito il Sab 12 Apr 2014 - 4:46 - modificato 2 volte.
mosquito- Admin
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Re: El caso de Alan Gross
http://cafefuerte.com/cuba/9405-alan-gross-solo-el-presidente-obama-puede-lograr-mi-liberacion/
Alan Gross: Solo el presidente Obama puede lograr mi liberación
En un desesperado llamamiento a la Casa Blanca, el contratista estadounidense Alan P. Gross solicitó al presidente Barack Obama que tome las decisiones necesarias para lograr su liberación de las cárceles cubanas.
“Está claro que sólo el presidente de Estados Unidos tiene el poder para traerme de vuelta a casa”", afirma Gross en una carta familiar, hecha pública por su esposa, Judy Gross. “En nombre de mi familia y el mío propio, en nombre de todos los estadounidenses que podrían encontrarse en problemas en el extranjero -le pido al Presidente Obama que ordene a su gobierno tomar medidas dinámicas, significativas, para asegurar mi liberación inmediata”.
Fragmentos de la misiva de Gross, condenado en Cuba a 15 años de prisión, fueron entregados por su familia a Jewish Telegraph Agency (JTA) en vísperas de cumplirse el cuarto aniversario de su arresto en La Habana, el 3 de diciembre del 2009. El texto será leído en el acto organizado el próximo martes en Washington DC para reclamar a Obama que convierta la excarcelación del contratista en una prioridad de su administración.
Movilizar la opinión pública
Acompañada por funcionarios del Consejo de Relaciones de la Comunidad Judía de Washington y líderes religiosos, Judy Gross encabezará una manifestación el próximo 3 de diciembre, al mediodía, en el parque Lafayette, frente a la Casa Blanca.
La protesta busca movilizar la opinión pública estadounidense en torno al caso de Gross, sentenciado bajo acusaciones de poner en peligro la seguridad nacional cubana cuando intentaba introducir tecnología para el acceso de los ciudadanos a la internet.
“Lo mejor que se puede hacer es ponerse en contacto con la Casa Blanca”, dijo Judy Gross en la entrevista con JTA. “Pídanle que haga lo que tenga que hacer para traer a Alan de vuelta a casa… el presidente tiene el poder de hacer lo necesario para conseguirlo”.
La mujer dijo que su esposo, de 64 años , está deprimido y enfrenta dolores crónicos por la artritis que padece.
En el pasado, la familia Gross ha realizado protestas frente a la sede de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington, pero en esta ocasión el reclamo solo se centrará en las autoridades estadounidenses.
Canje por los espías
Cuba ha sugerido un canje de Gross por los cuatro agentes cubanos que cumplen largas condenas por espionaje en Estados Unidos. Washington ha negado reiteradamente esta opción, por considerar que se trata de casos diferentes.
En lo que se considera como una concesión del régimen de Raúl Castro, a comienzos de julio un equipo médico independiente visitó a Gross en la prisión con el propósito de evaluar su estado de salud. Tras la visita no se han revelado detalles del informe médico sobre la situación del reo.
Gross, de 64 años, está internado en una celda del Hospital Militar “Carlos J. Finlay” de La Habana. El contratista ha perdido cerca de 100 libras, presenta problemas en la cadera que le dificultan la locomoción y padece de depresión, aunque el gobierno cubano insiste en que su salud es estable, sin riesgos para su vida.
Luego de una demanda interpuesta contra el gobierno de Estados Unidos por la familia Gross, el pasado mayo la firma Development Alternatives Inc (DAI) anunció un acuerdo mediante el cual se eximió de responsabilidad a las partes en disputa y se puso fin al reclamo legal por $60 millones de dólares ante un tribunal federal de Washington DC.
El trabajo de Gross asociado a la DAI se sustentaba en un contrato con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que impulsa programas para promover cambios democrátios en Cuba.
Díaz Canel celebra Jánuca
Mientras, este domingo el vicepresidente primero Miguel Díaz-Canel Bermúdez asistió a la celebración de Jánuca o Fiesta de las Luminarias en la Gran Sinagoga de la Comunidad Hebrea de Cuba, en la capital cubana.
De acuerdo con reportes de la prensa oficial cubana, minutos antes de comenzar la tradicional ceremonia judía, Díaz Canel sostuvo un encuentro con Adela Dworin, presidenta de la Comunidad Hebrea de Cuba, y Caridad Diego, jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista.
Dworin visita con frecuencia a Gross en la prisión y ha fungido como una suerte de mediadora para los contactos gubernamentales y personalidades judías que se han interesado en el caso del contratista.
En la velada se proyectó un material audiovisual que rememoró la participación de Fidel Castro, en la fiesta de Jánuca de 1998, y del gobernante Raúl Castro, en la del 2010.
Al finalizar la gala cultural, Dworin entregó a Dáz Canel una janukia como recuerdo de su visita a esta festividad.
Alan Gross: Solo el presidente Obama puede lograr mi liberación
En un desesperado llamamiento a la Casa Blanca, el contratista estadounidense Alan P. Gross solicitó al presidente Barack Obama que tome las decisiones necesarias para lograr su liberación de las cárceles cubanas.
“Está claro que sólo el presidente de Estados Unidos tiene el poder para traerme de vuelta a casa”", afirma Gross en una carta familiar, hecha pública por su esposa, Judy Gross. “En nombre de mi familia y el mío propio, en nombre de todos los estadounidenses que podrían encontrarse en problemas en el extranjero -le pido al Presidente Obama que ordene a su gobierno tomar medidas dinámicas, significativas, para asegurar mi liberación inmediata”.
Fragmentos de la misiva de Gross, condenado en Cuba a 15 años de prisión, fueron entregados por su familia a Jewish Telegraph Agency (JTA) en vísperas de cumplirse el cuarto aniversario de su arresto en La Habana, el 3 de diciembre del 2009. El texto será leído en el acto organizado el próximo martes en Washington DC para reclamar a Obama que convierta la excarcelación del contratista en una prioridad de su administración.
Movilizar la opinión pública
Acompañada por funcionarios del Consejo de Relaciones de la Comunidad Judía de Washington y líderes religiosos, Judy Gross encabezará una manifestación el próximo 3 de diciembre, al mediodía, en el parque Lafayette, frente a la Casa Blanca.
La protesta busca movilizar la opinión pública estadounidense en torno al caso de Gross, sentenciado bajo acusaciones de poner en peligro la seguridad nacional cubana cuando intentaba introducir tecnología para el acceso de los ciudadanos a la internet.
“Lo mejor que se puede hacer es ponerse en contacto con la Casa Blanca”, dijo Judy Gross en la entrevista con JTA. “Pídanle que haga lo que tenga que hacer para traer a Alan de vuelta a casa… el presidente tiene el poder de hacer lo necesario para conseguirlo”.
La mujer dijo que su esposo, de 64 años , está deprimido y enfrenta dolores crónicos por la artritis que padece.
En el pasado, la familia Gross ha realizado protestas frente a la sede de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington, pero en esta ocasión el reclamo solo se centrará en las autoridades estadounidenses.
Canje por los espías
Cuba ha sugerido un canje de Gross por los cuatro agentes cubanos que cumplen largas condenas por espionaje en Estados Unidos. Washington ha negado reiteradamente esta opción, por considerar que se trata de casos diferentes.
En lo que se considera como una concesión del régimen de Raúl Castro, a comienzos de julio un equipo médico independiente visitó a Gross en la prisión con el propósito de evaluar su estado de salud. Tras la visita no se han revelado detalles del informe médico sobre la situación del reo.
Gross, de 64 años, está internado en una celda del Hospital Militar “Carlos J. Finlay” de La Habana. El contratista ha perdido cerca de 100 libras, presenta problemas en la cadera que le dificultan la locomoción y padece de depresión, aunque el gobierno cubano insiste en que su salud es estable, sin riesgos para su vida.
Luego de una demanda interpuesta contra el gobierno de Estados Unidos por la familia Gross, el pasado mayo la firma Development Alternatives Inc (DAI) anunció un acuerdo mediante el cual se eximió de responsabilidad a las partes en disputa y se puso fin al reclamo legal por $60 millones de dólares ante un tribunal federal de Washington DC.
El trabajo de Gross asociado a la DAI se sustentaba en un contrato con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que impulsa programas para promover cambios democrátios en Cuba.
Díaz Canel celebra Jánuca
Mientras, este domingo el vicepresidente primero Miguel Díaz-Canel Bermúdez asistió a la celebración de Jánuca o Fiesta de las Luminarias en la Gran Sinagoga de la Comunidad Hebrea de Cuba, en la capital cubana.
De acuerdo con reportes de la prensa oficial cubana, minutos antes de comenzar la tradicional ceremonia judía, Díaz Canel sostuvo un encuentro con Adela Dworin, presidenta de la Comunidad Hebrea de Cuba, y Caridad Diego, jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista.
Dworin visita con frecuencia a Gross en la prisión y ha fungido como una suerte de mediadora para los contactos gubernamentales y personalidades judías que se han interesado en el caso del contratista.
En la velada se proyectó un material audiovisual que rememoró la participación de Fidel Castro, en la fiesta de Jánuca de 1998, y del gobernante Raúl Castro, en la del 2010.
Al finalizar la gala cultural, Dworin entregó a Dáz Canel una janukia como recuerdo de su visita a esta festividad.
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Re: El caso de Alan Gross
http://www.oncubamagazine.com/actualidad/alan-gross-el-absurdo-y-el-olvido/
Alan Gross, el absurdo y el olvido
Amanece el mundo con la noticia de una huelga de hambre en La Habana, pero no una más, Alan Gross, contratista norteamericano condenado a 15 años de cárcel por intentar introducir tecnología no permitida en Cuba, se declaró en huelga de hambre en “protesta por el trato al que estoy sometido por los gobiernos de Cuba y Estados Unidos“.
Gross se lamenta de la inacción de su gobierno y emplaza al presidente Obama a dar los pasos necesarios para su liberación.
Esta huelga de hambre comienza apenas dos días después de conocerse, a partir de las revelaciones de The Associated Press, que la USAID intentó desarrollar un proyecto denominado zunzuneo para incitar al desorden social y conseguir la caída del gobierno cubano. Este programa fue implementado a pocos meses de la detención de Gross, por la misma agencia que durante mucho tiempo negó que sus planes estuvieran destinados a provocar un cambio de régimen.
Pero quizás lo más significativo es que el anuncio público de Gross se realice el mismo día en que la USAID presenta ante el Comité de Asignaciones del Senado su informe sobre el presupuesto para el 2015. En esta presentación, el administrador de la agencia, el Dr. Rajiv Shah luego de titubear y presionado ante las preguntas del Senador Patrick Leahy dijo no saber de dónde provino la idea de crear zunzuneo, y sin embargo afirmó que no fue una operación encubierta sino “discreta”.
Alan Gross se ha convertido en el único empleado gubernamental norteamericano que cumple condena en un país extranjero por el cual la administración no ha tomado pasos evidentes para conseguir su liberación. La historia de los Estados Unidos evidencia que no se desprotege a sus ciudadanos pero, sin embargo, en el caso de Gross y obedeciendo a un apolítica anquilosada en el recuerdo de la Guerra Fría, sus acciones se han limitado a exigir una liberación incondicional sin sentarse en la mesa de negociaciones con Cuba.
Es irónico escuchar al administrador de la USAID, el Dr. Shah, casi molesto ante las preguntas del Senador Leahy cuando éste le preguntaba “¿Ha hecho Usted algo específicamente, personalmente para traerlo a casa?” y casi balbuceando responder: “Sí, lo he hecho. Pienso en él todo el tiempo. Pensamos en Alan todos los días”.
El tiempo de pensar se está acabando. Es tiempo de hacer política.
Alan Gross ha puesto un ultimátum a su gobierno. Estados Unidos debe pensar en una solución política para el caso del contratista, más aún cuando se ha evidenciado que su política hacia Cuba persiste en utilizar métodos ilegales e inmorales, violatorios de leyes y tratados internacionales de los cuales es signatario.
Es evidente que Cuba ha puesto en el debate el caso de los tres agentes de inteligencia que cumplen condenas en cárceles federales norteamericanas. No existe un precedente documentado, en casos de espionaje, en el que los Estados Unidos no hayan intercedido por sus prisioneros, sea por vías de diálogo o por rescates militares, descartados en este caso. Las penas manipuladas que sufren los cubanos han sido condenadas por asociaciones internacionales de derechos humanos y su liberación exigida en numerosos foros en todo el planeta.
La política norteamericana se encuentra ante la encrucijada de no dejar morir en Cuba a Alan Gross. En este caso las decisiones no están del lado cubano. En numerosas ocasiones el gobierno cubano ha propuesto un diálogo horizontal con sus homólogos norteamericanos. Es hora de tener en cuenta que no está en juego la credibilidad de el lobby cubanoamericano en el Congreso, lo que está en juego es el prestigio de la política exterior de la que se supone es la nación más poderosa del “mundo libre”
Alan Gross ha decidido poner su caso sobre la mesa. Se sabe rehén de hostilidades absurdas, de rezagos de una guerra que se extiende por más de cincuenta años y que solo ha logrado alejar a dos países vecinos y con intereses comunes. Zunzuneo, la presentación del presupuesto de la USAID y la huelga de hambre de Gross, deberían ser señales suficientes para que Obama reflexione, para que se entienda que hay que buscar una solución definitiva a un diferendo que daña la credibilidad y la influencia de los Estados Unidos.
Patrick Leahy, uno de los más grandes Senadores de los Estados Unidos, llamaba a su gobierno a tomar “medidas sustantivas y significativas para negociar la liberación de Gross como consecuencia de un programa irresponsable diseñado bajo la administración Bush”
El tiempo se acaba para Gross. Esta huelga de hambre es un grito desesperado. La administración del Presidente Barack Obama tiene en sus manos la solución a este problema, es hora de actuar con responsabilidad y valentía política. En el argot militar norteamericano hay un dicho que dice: han herido a uno de los nuestros, nos han herido a todos.
Tal parece que Gross no es uno de los suyos, tal parece que uno de los olvidados.
*La declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores reitera la voluntad del gobierno cubano a buscar una salida negociada y humanitaria para el caso del contratista “El gobierno cubano reitera su disposición a buscar, de conjunto con el gobierno norteamericano, una solución al caso del Sr. Gross, aceptable para ambas partes, que contemple las preocupaciones humanitarias de Cuba relacionadas con el caso de los tres cubanos del grupo de los Cinco, que continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años” señala la nota.
Alan Gross, el absurdo y el olvido
Amanece el mundo con la noticia de una huelga de hambre en La Habana, pero no una más, Alan Gross, contratista norteamericano condenado a 15 años de cárcel por intentar introducir tecnología no permitida en Cuba, se declaró en huelga de hambre en “protesta por el trato al que estoy sometido por los gobiernos de Cuba y Estados Unidos“.
Gross se lamenta de la inacción de su gobierno y emplaza al presidente Obama a dar los pasos necesarios para su liberación.
Esta huelga de hambre comienza apenas dos días después de conocerse, a partir de las revelaciones de The Associated Press, que la USAID intentó desarrollar un proyecto denominado zunzuneo para incitar al desorden social y conseguir la caída del gobierno cubano. Este programa fue implementado a pocos meses de la detención de Gross, por la misma agencia que durante mucho tiempo negó que sus planes estuvieran destinados a provocar un cambio de régimen.
Pero quizás lo más significativo es que el anuncio público de Gross se realice el mismo día en que la USAID presenta ante el Comité de Asignaciones del Senado su informe sobre el presupuesto para el 2015. En esta presentación, el administrador de la agencia, el Dr. Rajiv Shah luego de titubear y presionado ante las preguntas del Senador Patrick Leahy dijo no saber de dónde provino la idea de crear zunzuneo, y sin embargo afirmó que no fue una operación encubierta sino “discreta”.
Alan Gross se ha convertido en el único empleado gubernamental norteamericano que cumple condena en un país extranjero por el cual la administración no ha tomado pasos evidentes para conseguir su liberación. La historia de los Estados Unidos evidencia que no se desprotege a sus ciudadanos pero, sin embargo, en el caso de Gross y obedeciendo a un apolítica anquilosada en el recuerdo de la Guerra Fría, sus acciones se han limitado a exigir una liberación incondicional sin sentarse en la mesa de negociaciones con Cuba.
Es irónico escuchar al administrador de la USAID, el Dr. Shah, casi molesto ante las preguntas del Senador Leahy cuando éste le preguntaba “¿Ha hecho Usted algo específicamente, personalmente para traerlo a casa?” y casi balbuceando responder: “Sí, lo he hecho. Pienso en él todo el tiempo. Pensamos en Alan todos los días”.
El tiempo de pensar se está acabando. Es tiempo de hacer política.
Alan Gross ha puesto un ultimátum a su gobierno. Estados Unidos debe pensar en una solución política para el caso del contratista, más aún cuando se ha evidenciado que su política hacia Cuba persiste en utilizar métodos ilegales e inmorales, violatorios de leyes y tratados internacionales de los cuales es signatario.
Es evidente que Cuba ha puesto en el debate el caso de los tres agentes de inteligencia que cumplen condenas en cárceles federales norteamericanas. No existe un precedente documentado, en casos de espionaje, en el que los Estados Unidos no hayan intercedido por sus prisioneros, sea por vías de diálogo o por rescates militares, descartados en este caso. Las penas manipuladas que sufren los cubanos han sido condenadas por asociaciones internacionales de derechos humanos y su liberación exigida en numerosos foros en todo el planeta.
La política norteamericana se encuentra ante la encrucijada de no dejar morir en Cuba a Alan Gross. En este caso las decisiones no están del lado cubano. En numerosas ocasiones el gobierno cubano ha propuesto un diálogo horizontal con sus homólogos norteamericanos. Es hora de tener en cuenta que no está en juego la credibilidad de el lobby cubanoamericano en el Congreso, lo que está en juego es el prestigio de la política exterior de la que se supone es la nación más poderosa del “mundo libre”
Alan Gross ha decidido poner su caso sobre la mesa. Se sabe rehén de hostilidades absurdas, de rezagos de una guerra que se extiende por más de cincuenta años y que solo ha logrado alejar a dos países vecinos y con intereses comunes. Zunzuneo, la presentación del presupuesto de la USAID y la huelga de hambre de Gross, deberían ser señales suficientes para que Obama reflexione, para que se entienda que hay que buscar una solución definitiva a un diferendo que daña la credibilidad y la influencia de los Estados Unidos.
Patrick Leahy, uno de los más grandes Senadores de los Estados Unidos, llamaba a su gobierno a tomar “medidas sustantivas y significativas para negociar la liberación de Gross como consecuencia de un programa irresponsable diseñado bajo la administración Bush”
El tiempo se acaba para Gross. Esta huelga de hambre es un grito desesperado. La administración del Presidente Barack Obama tiene en sus manos la solución a este problema, es hora de actuar con responsabilidad y valentía política. En el argot militar norteamericano hay un dicho que dice: han herido a uno de los nuestros, nos han herido a todos.
Tal parece que Gross no es uno de los suyos, tal parece que uno de los olvidados.
*La declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores reitera la voluntad del gobierno cubano a buscar una salida negociada y humanitaria para el caso del contratista “El gobierno cubano reitera su disposición a buscar, de conjunto con el gobierno norteamericano, una solución al caso del Sr. Gross, aceptable para ambas partes, que contemple las preocupaciones humanitarias de Cuba relacionadas con el caso de los tres cubanos del grupo de los Cinco, que continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años” señala la nota.
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Re: El caso de Alan Gross
http://www.diariodecuba.com/cuba/1397052662_8058.html
El régimen insiste en condicionar la solución del caso de Gross a la liberación de sus espías
Dice estar 'preocupado' por la huelga de hambre del contratista estadounidense, pero afirma que está 'en buenas condiciones físicas'.
El Gobierno volvió a condicionar este miércoles una solución del caso del contratista estadounidense en huelga de hambre Alan Gross a la liberación de los tres agentes cubanos que cumplen condenas por espionaje en Estados Unidos.
"El Gobierno cubano reitera su disposición a buscar, de conjunto con el Gobierno norteamericano, una solución al caso del señor Gross que contemple las preocupaciones humanitarias de Cuba relacionadas con el caso de los tres cubanos del grupo de los Cinco, que continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años", señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores en una nota.
La directora general de Estados Unidos de la Cancillería, Josefina Vidal, manifestó "preocupación" por la huelga de hambre iniciada por Gross el pasado 3 de abril, pero dijo que el contratista "está en buenas condiciones físicas" y que "su salud es normal y estable".
Gross, encarcelado en Cuba desde 2009 y condenado a 15 años de cárcel, anunció su ayuno para protestar por el "trato inhumano" que recibe y reclamar a La Habana y a Washington su liberación.
"Estoy ayunando en protesta contra las mentiras, los engaños y la inacción de ambos gobiernos, no solo cuanto a su responsabilidad compartida por mi detención arbitraria, sino además por la ausencia de cualquier esfuerzo razonable o válido para resolver esta situación vergonzosa", dijo el estadounidense, de 64 años, en una declaración difundida una portavoz de la familia.
En la nota oficial de este miércoles, La Habana dijo que Gross "ha recibido un tratamiento digno y decoroso".
Se encuentra recluido en el Hospital Militar Carlos J. Finlay, de la capital, "no porque su situación de salud lo requiera, sino porque allí se le garantiza atención especializada por parte de personal médico y de salud altamente calificado", afirmó.
La cancillería dijo que Gross "ha sido visitado por su esposa y su abogado, con los que mantiene además comunicaciones telefónicas y electrónicas sistemáticas, así como con otros familiares y amistades". Añadió que el contratista recibe atención consular mensual de diplomáticos estadounidenses y ha recibido visitas de personalidades políticas y religiosas.
Gross "fue detenido, procesado y sancionado por violar las leyes cubanas, al implementar un programa subversivo financiado por el Gobierno de Estados Unidos, mediante el establecimiento de sistemas de comunicaciones ilegales y encubiertos, con el uso de tecnología no comercial", dijo La Habana.
El Gobierno estadounidense niega esos cargos y sostiene que el contratista solo trataba de proporcionar acceso "sin censura" a internet para "una pequeña comunidad religiosa" judía en la Isla.
Washington ha rechazado hasta ahora un canje de Gross por los espías cubanos presos en cárceles estadounidenses alegando que los casos no son equiparables.
Dos de los cinco espías ya salieron de prisión y regresaron a la Isla. Fueron condenados en 2001 por actuar como agentes extranjeros no identificados e intentar penetrar en bases militares estadounidenses, entre otros cargos.
De los tres que permanecen encarcelados, Gerardo Hernández, considerado el cabecilla del grupo, cumple la mayor condena, por su responsabilidad en el derribo por parte del Ejército cubano de dos avionetas de la organización del exiliados Hermanos al Rescate, hecho ocurrido en 1996 y en el que murieron cuatro activistas.
El régimen insiste en condicionar la solución del caso de Gross a la liberación de sus espías
Dice estar 'preocupado' por la huelga de hambre del contratista estadounidense, pero afirma que está 'en buenas condiciones físicas'.
El Gobierno volvió a condicionar este miércoles una solución del caso del contratista estadounidense en huelga de hambre Alan Gross a la liberación de los tres agentes cubanos que cumplen condenas por espionaje en Estados Unidos.
"El Gobierno cubano reitera su disposición a buscar, de conjunto con el Gobierno norteamericano, una solución al caso del señor Gross que contemple las preocupaciones humanitarias de Cuba relacionadas con el caso de los tres cubanos del grupo de los Cinco, que continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años", señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores en una nota.
La directora general de Estados Unidos de la Cancillería, Josefina Vidal, manifestó "preocupación" por la huelga de hambre iniciada por Gross el pasado 3 de abril, pero dijo que el contratista "está en buenas condiciones físicas" y que "su salud es normal y estable".
Gross, encarcelado en Cuba desde 2009 y condenado a 15 años de cárcel, anunció su ayuno para protestar por el "trato inhumano" que recibe y reclamar a La Habana y a Washington su liberación.
"Estoy ayunando en protesta contra las mentiras, los engaños y la inacción de ambos gobiernos, no solo cuanto a su responsabilidad compartida por mi detención arbitraria, sino además por la ausencia de cualquier esfuerzo razonable o válido para resolver esta situación vergonzosa", dijo el estadounidense, de 64 años, en una declaración difundida una portavoz de la familia.
En la nota oficial de este miércoles, La Habana dijo que Gross "ha recibido un tratamiento digno y decoroso".
Se encuentra recluido en el Hospital Militar Carlos J. Finlay, de la capital, "no porque su situación de salud lo requiera, sino porque allí se le garantiza atención especializada por parte de personal médico y de salud altamente calificado", afirmó.
La cancillería dijo que Gross "ha sido visitado por su esposa y su abogado, con los que mantiene además comunicaciones telefónicas y electrónicas sistemáticas, así como con otros familiares y amistades". Añadió que el contratista recibe atención consular mensual de diplomáticos estadounidenses y ha recibido visitas de personalidades políticas y religiosas.
Gross "fue detenido, procesado y sancionado por violar las leyes cubanas, al implementar un programa subversivo financiado por el Gobierno de Estados Unidos, mediante el establecimiento de sistemas de comunicaciones ilegales y encubiertos, con el uso de tecnología no comercial", dijo La Habana.
El Gobierno estadounidense niega esos cargos y sostiene que el contratista solo trataba de proporcionar acceso "sin censura" a internet para "una pequeña comunidad religiosa" judía en la Isla.
Washington ha rechazado hasta ahora un canje de Gross por los espías cubanos presos en cárceles estadounidenses alegando que los casos no son equiparables.
Dos de los cinco espías ya salieron de prisión y regresaron a la Isla. Fueron condenados en 2001 por actuar como agentes extranjeros no identificados e intentar penetrar en bases militares estadounidenses, entre otros cargos.
De los tres que permanecen encarcelados, Gerardo Hernández, considerado el cabecilla del grupo, cumple la mayor condena, por su responsabilidad en el derribo por parte del Ejército cubano de dos avionetas de la organización del exiliados Hermanos al Rescate, hecho ocurrido en 1996 y en el que murieron cuatro activistas.
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Re: El caso de Alan Gross
Lo statunitense Alan Gross, detenuto a Cuba da oltre tre anni, ha cominciato uno sciopero della fame per protestare contro il trattamento ricevuto dai governi di Cuba e Stati Uniti. Lo fa sapere lo stesso Gross tramite il suo avvocato, Scott Gilbert, precisando che la forma di protesta è cominciata giovedì. La nota non precisa se Gross beva, ma sottolinea che il detenuto ha perso 45 chilogrammi da quando è stato incarcerato. Gross fu arrestato nel 2009 e sta scontando 15 anni di carcere. L' arresto giunse dopo avere compiuto diversi viaggi sotto copertura sull' isola come subcontractor per una missione clandestina dell' agenzia governativa statunitense Usaid, mirata a estendere l' accesso a internet usando tecnologie delicate usate solo dagli Usa. Lo sciopero della fame è dovuto anche a quanto rivelato la scorsa settimana da un' inchiesta di Associated Press, dalla quale è emerso che, con un altro programma, la stessa Usaid ha creato sull' isola una specie di ' Twitter cubano' noto come ZunZuneo, il cui fine ultimo era quello di provocare una rivolta contro il castrismo. "È scioccante che, una volta che Alan è stato arrestato, Usaid abbia messo in pericolo ulteriormente la sua sicurezza gestendo un' operazione sotto copertura a Cuba", scrive l' avvocato di Gross in una nota. "Usaid ha preso una decisione assurda dopo l' altra", ha proseguito l' avvocato di Alan Gross, aggiungendo che "gestire questo programma (del ' Twitter cubano' ndr.) è contrario a ogni cosa che c'è stata detta dagli alti rappresentanti dell' amministrazione Obama sulle attività di Usaid a Cuba". Lo sciopero della fame, spiega Gross, è mirato "a opporsi a menzogne, inganni e mancate azioni da parte di entrambi i governi", di Washington e dell' Avana. Poi un appello diretto al presidente degli Stati Uniti: "Ancora una volta invito il presidente Obama a impegnarsi in prima persona nel termine della vicenda in modo che io possa tornare a casa da mia moglie e dalle mie figlie", si legge nella dichiarazione di Alan Gross. Il suo caso è diventato un punto centrale che rende centrale il miglioramento dei rapporti fra Stati Uniti e Cuba, che non hanno relazioni diplomatiche formali dal 1961.
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Re: El caso de Alan Gross
http://temi.repubblica.it/limes/a-cuba-piu-di-zunzuneo-interessano-gli-investimenti/60374
L’ultima notizia da Cuba non riguarda il "twitter cubano" ma Alan Gross: contractor statunitense in carcere sull'isola dal 2009, Gross ha annunciato il 3 aprile uno sciopero della fame per protestare contro il “trattamento disumano” che sostiene di ricevere sia dal governo di Washington sia da quello dell’Avana.
“Non solo [per protestare contro] la responsabilità condivisa della mia detenzione arbitraria, ma anche per la carenza di sforzi validi per porre fine a questa vergognosa sofferenza”, ha dichiarato attraverso il suo avvocato, Scott Gilbert, chiedendo “una volta di più” al presidente Obama “di impegnarsi personalmente per uscire da questo punto morto e permettere che possa tornare a casa da moglie e figli”.
Sessantaquattro anni, ingaggiato dall’agenzia Usa per lo sviluppo internazionale Usaid, Gross è stato arrestato il 3 dicembre 2009 e, 14 mesi dopo, condannato a 15 anni di carcere per “azioni contro l’integrità territoriale dello Stato”. Secondo il governo di Washington stava cercando semplicemente di fornire alla comunità ebraica cubana il know-how per aggirare la censura imposta dal regime a Internet.
La responsabilità del governo cubano riguarderebbe le condizioni di detenzione di Gross, che ha perso 49 chili, per di più confinato in una piccola cella con altri due prigionieri per 23 ore al giorno, con le luci continuamente accese.
L'avvocato Gilbert sostiene inoltre che Usaid avrebbe “messo in pericolo” la vita del suo assistito col lancio di ZunZuneo, il social funzionante tra 2010 e 2012 che forniva ai cubani un equivalente di Twitter, la cui origine è stata rivelata dall’Associated Press. “Usaid ha preso una decisione assurda dietro l’altra”, dice Glbert. “Sviluppare questo programma è contrario a tutto ciò che ci è stato detto da parte dei rappresentanti di più alto livello dell’amministrazione Obama in merito alle attività di questa agenzia a Cuba”.
Il "caso Gross" si intreccia a quello dei “cinque eroi” o “cinque antiterroristi” cubani, che peraltro sono ormai quattro, visto che René González Sehwerert, classe 1956, pilota e istruttore di volo, dall’11 maggio 2013 è tornato stabilmente a Cuba. Anch'egli però dice di continuare a sentirsi “prigioniero” fino a quando lo rimarranno gli altri: Antonio Guerrero Rodríguez, nato nel 1958, ingegnere; Fernando González Llort, classe1963, laureato in Relazioni internazionali e dipendente del ministero degli Esteri cubano; Gerardo Hernández Nordelo, del 1965, caricaturista; Ramón Labañino Salazar, anno di nascita 1963, laureato in Economia.
Sono agenti dei servizi cubani che si infiltrarono tra i gruppi anti-castristi di Miami fingendosi esuli, e furono arrestati nel 1998. Processati per 26 capi di accusa, furono condannati nel 2001: Hernández a due ergastoli, Guerrero e Labañino all’ergastolo, Fernando González a 19 anni e René Gonzalez a 15, che ha appunto finito di scontare.
Il punto di vista del governo cubano è che si tratta di “anti-terroristi" che stavano raccogliendo informazioni per evitare stragi. Per questo da allora L'Avana ha promosso una campagna internazionale, appoggiata soprattutto da gruppi e intellettuali notoriamente simpatetici con il regime. Anche un’organizzazione come Amnesty International, che certo su Cuba è intervenuta spesso criticamente, ha detto che il processo ai cinque di Miami è stato gestito in condizioni non proprio imparziali.
Non c’è dubbio sul fatto che vari gruppi del dissenso cubano in passato si siano resi responsabili di atti di terrorismo abbastanza sanguinosi. I “Cinque”, però, si erano infiltrati non fra i gruppi più facinorosi, ma ad esempio tra i familiari del "piccolo Elián" o nel gruppo “Hermanos al rescate”, i cui aerei sorvolano regolarmente lo Stretto della Florida in cerca di balseros da soccorrere. In particolare Hernández ha ricevuto due ergastoli per aver passato le informazioni che portarono nel 1996 all’abbattimento di due aerei disarmati dei “Fratelli del riscatto”, con relativa morte di quattro persone.
Il problema è, fondamentalmente, più ampio: secondo L’Avana, tutti i cubani non d’accordo con l’idea che Fidel e Raúl debbano governare l’isola in eterno, sono “terroristi” per definizione.Il governo cubano sta da tempo facendo trapelare la possibilità di uno “scambio” tra "anti-terroristi" e Gross, ma questo è un punto su cui Washington non intende trattare.
Tornando a Internet, Cuba ha di recente promesso di liberalizzarne l’accesso, finora possibile solo in apposite sale nelle grandi città, oltre che nei luoghi di lavoro. Due degli 11 milioni di cubani possiedono un cellulare, 330 mila di loro con possibilità di navigare.
Continuerà però a non essere permesso l’accesso a pagine “controrivoluzionarie”. Dopo la realizzazione del collegamento a fibra ottica col Venezuela - deciso nel 2007 - è parere diffuso che i problemi di accesso alla rete tuttora esistenti siano dovuti a una volontà deliberata del regime, per ritardare lo sviluppo di strumenti poco controllabili come Facebook, Twitter o YouTube.
Di qui l’ira per ZunZuneo, così chiamato dal ronzio di una specie cubana di colibrì. Definito dal governo cubano una “campagna gigante di aggressione tecnologica”, il social era arrivato ad avere 40 mila iscritti nel 2012, ed era stato creato dal governo statunitense attraverso un’impresa di comodo in Spagna e conti bancari nelle Cayman.
L’amministrazione Obama sostiene che non si trattava di un’ "operazione sporca”: un’indagine del Congresso ha concluso nel 2013 per la sua piena legalità. In effetti, il potenziale "sovversivo" di ZunZuneo avrebbe potuto manifestarsi solo in un secondo momento, ad esempio qualora avesse veicolato la convocazione di manifestazioni inneggianti a una “primavera cubana”. È una fase cui non si è mai arrivati, mentre il servizio è stato usato soprattutto da chi voleva comunicare con parenti all’estero. Le comunicazioni sono potute partire grazie all’accesso a un database (con mezzo milione di numeri telefonici cubani), ottenuto tramite una gola profonda nella società di Stato, Cubacel.
L’Associated Press ha parlato di “informazioni prese senza consenso”, mettendo a rischio gli stessi utenti di fronte al regime. Comunque, già nel 2012 il servizio era stato ridotto a una pagina di Facebook con appena 200 followers, dopo alcuni tentativi del regime di bloccarlo apertamente.
L’ultima notizia da Cuba non riguarda il "twitter cubano" ma Alan Gross: contractor statunitense in carcere sull'isola dal 2009, Gross ha annunciato il 3 aprile uno sciopero della fame per protestare contro il “trattamento disumano” che sostiene di ricevere sia dal governo di Washington sia da quello dell’Avana.
“Non solo [per protestare contro] la responsabilità condivisa della mia detenzione arbitraria, ma anche per la carenza di sforzi validi per porre fine a questa vergognosa sofferenza”, ha dichiarato attraverso il suo avvocato, Scott Gilbert, chiedendo “una volta di più” al presidente Obama “di impegnarsi personalmente per uscire da questo punto morto e permettere che possa tornare a casa da moglie e figli”.
Sessantaquattro anni, ingaggiato dall’agenzia Usa per lo sviluppo internazionale Usaid, Gross è stato arrestato il 3 dicembre 2009 e, 14 mesi dopo, condannato a 15 anni di carcere per “azioni contro l’integrità territoriale dello Stato”. Secondo il governo di Washington stava cercando semplicemente di fornire alla comunità ebraica cubana il know-how per aggirare la censura imposta dal regime a Internet.
La responsabilità del governo cubano riguarderebbe le condizioni di detenzione di Gross, che ha perso 49 chili, per di più confinato in una piccola cella con altri due prigionieri per 23 ore al giorno, con le luci continuamente accese.
L'avvocato Gilbert sostiene inoltre che Usaid avrebbe “messo in pericolo” la vita del suo assistito col lancio di ZunZuneo, il social funzionante tra 2010 e 2012 che forniva ai cubani un equivalente di Twitter, la cui origine è stata rivelata dall’Associated Press. “Usaid ha preso una decisione assurda dietro l’altra”, dice Glbert. “Sviluppare questo programma è contrario a tutto ciò che ci è stato detto da parte dei rappresentanti di più alto livello dell’amministrazione Obama in merito alle attività di questa agenzia a Cuba”.
Il "caso Gross" si intreccia a quello dei “cinque eroi” o “cinque antiterroristi” cubani, che peraltro sono ormai quattro, visto che René González Sehwerert, classe 1956, pilota e istruttore di volo, dall’11 maggio 2013 è tornato stabilmente a Cuba. Anch'egli però dice di continuare a sentirsi “prigioniero” fino a quando lo rimarranno gli altri: Antonio Guerrero Rodríguez, nato nel 1958, ingegnere; Fernando González Llort, classe1963, laureato in Relazioni internazionali e dipendente del ministero degli Esteri cubano; Gerardo Hernández Nordelo, del 1965, caricaturista; Ramón Labañino Salazar, anno di nascita 1963, laureato in Economia.
Sono agenti dei servizi cubani che si infiltrarono tra i gruppi anti-castristi di Miami fingendosi esuli, e furono arrestati nel 1998. Processati per 26 capi di accusa, furono condannati nel 2001: Hernández a due ergastoli, Guerrero e Labañino all’ergastolo, Fernando González a 19 anni e René Gonzalez a 15, che ha appunto finito di scontare.
Il punto di vista del governo cubano è che si tratta di “anti-terroristi" che stavano raccogliendo informazioni per evitare stragi. Per questo da allora L'Avana ha promosso una campagna internazionale, appoggiata soprattutto da gruppi e intellettuali notoriamente simpatetici con il regime. Anche un’organizzazione come Amnesty International, che certo su Cuba è intervenuta spesso criticamente, ha detto che il processo ai cinque di Miami è stato gestito in condizioni non proprio imparziali.
Non c’è dubbio sul fatto che vari gruppi del dissenso cubano in passato si siano resi responsabili di atti di terrorismo abbastanza sanguinosi. I “Cinque”, però, si erano infiltrati non fra i gruppi più facinorosi, ma ad esempio tra i familiari del "piccolo Elián" o nel gruppo “Hermanos al rescate”, i cui aerei sorvolano regolarmente lo Stretto della Florida in cerca di balseros da soccorrere. In particolare Hernández ha ricevuto due ergastoli per aver passato le informazioni che portarono nel 1996 all’abbattimento di due aerei disarmati dei “Fratelli del riscatto”, con relativa morte di quattro persone.
Il problema è, fondamentalmente, più ampio: secondo L’Avana, tutti i cubani non d’accordo con l’idea che Fidel e Raúl debbano governare l’isola in eterno, sono “terroristi” per definizione.Il governo cubano sta da tempo facendo trapelare la possibilità di uno “scambio” tra "anti-terroristi" e Gross, ma questo è un punto su cui Washington non intende trattare.
Tornando a Internet, Cuba ha di recente promesso di liberalizzarne l’accesso, finora possibile solo in apposite sale nelle grandi città, oltre che nei luoghi di lavoro. Due degli 11 milioni di cubani possiedono un cellulare, 330 mila di loro con possibilità di navigare.
Continuerà però a non essere permesso l’accesso a pagine “controrivoluzionarie”. Dopo la realizzazione del collegamento a fibra ottica col Venezuela - deciso nel 2007 - è parere diffuso che i problemi di accesso alla rete tuttora esistenti siano dovuti a una volontà deliberata del regime, per ritardare lo sviluppo di strumenti poco controllabili come Facebook, Twitter o YouTube.
Di qui l’ira per ZunZuneo, così chiamato dal ronzio di una specie cubana di colibrì. Definito dal governo cubano una “campagna gigante di aggressione tecnologica”, il social era arrivato ad avere 40 mila iscritti nel 2012, ed era stato creato dal governo statunitense attraverso un’impresa di comodo in Spagna e conti bancari nelle Cayman.
L’amministrazione Obama sostiene che non si trattava di un’ "operazione sporca”: un’indagine del Congresso ha concluso nel 2013 per la sua piena legalità. In effetti, il potenziale "sovversivo" di ZunZuneo avrebbe potuto manifestarsi solo in un secondo momento, ad esempio qualora avesse veicolato la convocazione di manifestazioni inneggianti a una “primavera cubana”. È una fase cui non si è mai arrivati, mentre il servizio è stato usato soprattutto da chi voleva comunicare con parenti all’estero. Le comunicazioni sono potute partire grazie all’accesso a un database (con mezzo milione di numeri telefonici cubani), ottenuto tramite una gola profonda nella società di Stato, Cubacel.
L’Associated Press ha parlato di “informazioni prese senza consenso”, mettendo a rischio gli stessi utenti di fronte al regime. Comunque, già nel 2012 il servizio era stato ridotto a una pagina di Facebook con appena 200 followers, dopo alcuni tentativi del regime di bloccarlo apertamente.
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Re: El caso de Alan Gross
http://www.oncubamagazine.com/actualidad/alan-gross-termina-su-huelga-de-hambre-en-cuba/
Alan Gross termina su huelga de hambre en Cuba
Alan Gross, el contratista de la USAID preso en Cuba desde 2009, suspendió este viernes la huelga de hambre que había comenzado el pasado 3 de abril, informó su abogado Scott Gilbert en Washington.
Gross, de 64 años, dijo que su “huelga de hambre queda suspendida a partir de hoy”, luego de un contacto telefónico con su madre, quien le pidiera finalizar la protesta. Aun así, Gross notificó a su abogado que “otras protestas ocurrirán”, aunque no especificó las fechas o las formas en que lo hará, reseñó AFP.
Condenado a 15 años de cárcel por distribuir ilegalmente equipos de telecomunicaciones en Cuba, como parte de una misión de la Agencia Estadounidense de Ayuda al Desarrollo (USAID), Gross y su esposa han señalado en repetidas ocasiones la pasividad con que el gobierno norteamericano ha asumido los esfuerzos para su liberación, aunque recientemente, el Secretario de Estado, John Kerry dijera que tenía “un par de ideas” para conseguirla.
En los últimos días, el escándalo desatado por la agencia AP sobre el caso de ZunZuneo –una especie de “Twitter cubano” a base sms creado y financiado por la USAID– ha puesto sobre el tapete las labores de subversión de esa agencia contra Cuba, de la cual Gross era empleado al momento de su detención. De acuerdo con Gilbert, esta fue “la gota que colmó el vaso” y motivó la huelga de hambre de Gross.
Desde hace meses y ahora ante estas revelaciones y la protesta de Gross, el gobierno de Cuba ha reiterado su disposición a dialogar una solución humanitaria para el caso del contratista, y que incluya el tema de los tres antiterroristas cubanos, parte del grupo de los Cinco, que aun están presos en Estados Unido
Alan Gross termina su huelga de hambre en Cuba
Alan Gross, el contratista de la USAID preso en Cuba desde 2009, suspendió este viernes la huelga de hambre que había comenzado el pasado 3 de abril, informó su abogado Scott Gilbert en Washington.
Gross, de 64 años, dijo que su “huelga de hambre queda suspendida a partir de hoy”, luego de un contacto telefónico con su madre, quien le pidiera finalizar la protesta. Aun así, Gross notificó a su abogado que “otras protestas ocurrirán”, aunque no especificó las fechas o las formas en que lo hará, reseñó AFP.
Condenado a 15 años de cárcel por distribuir ilegalmente equipos de telecomunicaciones en Cuba, como parte de una misión de la Agencia Estadounidense de Ayuda al Desarrollo (USAID), Gross y su esposa han señalado en repetidas ocasiones la pasividad con que el gobierno norteamericano ha asumido los esfuerzos para su liberación, aunque recientemente, el Secretario de Estado, John Kerry dijera que tenía “un par de ideas” para conseguirla.
En los últimos días, el escándalo desatado por la agencia AP sobre el caso de ZunZuneo –una especie de “Twitter cubano” a base sms creado y financiado por la USAID– ha puesto sobre el tapete las labores de subversión de esa agencia contra Cuba, de la cual Gross era empleado al momento de su detención. De acuerdo con Gilbert, esta fue “la gota que colmó el vaso” y motivó la huelga de hambre de Gross.
Desde hace meses y ahora ante estas revelaciones y la protesta de Gross, el gobierno de Cuba ha reiterado su disposición a dialogar una solución humanitaria para el caso del contratista, y que incluya el tema de los tres antiterroristas cubanos, parte del grupo de los Cinco, que aun están presos en Estados Unido
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Re: El caso de Alan Gross
http://www.diariodecuba.com/cuba/1401738892_8860.html
El canje del sargento Bergdahl da esperanzas a los espías cubanos presos en EEUU
'Lo único que se necesita es la voluntad de Estados Unidos para llevar a efecto el intercambio' por Alan Gross, dijo el exagente Fernando González. Washington mantiene la puerta cerrada.
El exagente Fernando González, recientemente liberado por Estados Unidos, dijo en La Habana que el canje de un militar estadounidense por cinco presos de Guantánamo podría ser un precedente para que Barack Obama intercambie a tres espías cubanos por el contratista Alan Gross.
"Es obvio que lo único que se necesita es la voluntad por parte del gobierno de Estados Unidos para llevar a efecto ese canje o intercambio" de los tres espías cubanos por Gross, dijo este lunes, durante una rueda de prensa, según AP.
"Este último acontecimiento (el cambio del soldado por los talibanes) lo demuestra", agregó González.
González fue liberado en febrero, tras pasar más de 15 años en una cárcel de Estados Unidos.
El régimen de La Habana ha expresado varias veces su interés en canjear a Gross, arrestado en 2009 y juzgado posteriormente por ingresar equipos para conectarse a internet, por sus agentes presos en Estados Unidos; pero la iniciativa no ha prosperado.
"De este lado no hay nada que lo trabe (al canje). De este lado se ha expuesto diáfanamente, con claridad, las intenciones de que se resuelva esta situación y se tengan en cuenta las razones humanitarias de un lado como del otro", expresó González, quien por primera vez desde que regresó a Cuba tras ser liberado en febrero ofrece una conferencia a periodistas extranjeros.
La semana pasada, el gobierno de Estados Unidos informó sobre el canje del sargento Bowe Bergdahl, de 28 años, por cinco afganos encarcelados en Guantánamo acusados de terrorismo.
Bergdahl era el único uniformado prisionero de guerra que todavía estaba en manos de los insurgentes afganos, una condición que no tiene Gross, quien era un contratista civil de Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).
Washington mantiene la puerta cerrada
Mientras tanto, el Departamento estadounidense de Estado mantuvo firmemente cerrada este lunes las puertas a la posibilidad de realizar un intercambio de detenidos con La Habana, informa AFP.
La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, dijo este lunes que el acuerdo con los talibanes por la liberación del sargento Bowe Bergdahl fue motivado por una "circunstancia única", y que el gobierno aún se opone a realizar un intercambio con La Habana.
"Nada ha cambiado en este caso", dijo Psaki en relación con la negativa de Washington a liberar a los tres espías cubanos para obtener la liberación de Gross.
Sobre Gross y otros estadounidenses detenidos en terceros países, el gobierno "adopta pasos para asegurar su retorno a casa en Estados Unidos". Sin embargo, añadió que "cada circunstancia es diferente".
El canje del sargento Bergdahl da esperanzas a los espías cubanos presos en EEUU
'Lo único que se necesita es la voluntad de Estados Unidos para llevar a efecto el intercambio' por Alan Gross, dijo el exagente Fernando González. Washington mantiene la puerta cerrada.
El exagente Fernando González, recientemente liberado por Estados Unidos, dijo en La Habana que el canje de un militar estadounidense por cinco presos de Guantánamo podría ser un precedente para que Barack Obama intercambie a tres espías cubanos por el contratista Alan Gross.
"Es obvio que lo único que se necesita es la voluntad por parte del gobierno de Estados Unidos para llevar a efecto ese canje o intercambio" de los tres espías cubanos por Gross, dijo este lunes, durante una rueda de prensa, según AP.
"Este último acontecimiento (el cambio del soldado por los talibanes) lo demuestra", agregó González.
González fue liberado en febrero, tras pasar más de 15 años en una cárcel de Estados Unidos.
El régimen de La Habana ha expresado varias veces su interés en canjear a Gross, arrestado en 2009 y juzgado posteriormente por ingresar equipos para conectarse a internet, por sus agentes presos en Estados Unidos; pero la iniciativa no ha prosperado.
"De este lado no hay nada que lo trabe (al canje). De este lado se ha expuesto diáfanamente, con claridad, las intenciones de que se resuelva esta situación y se tengan en cuenta las razones humanitarias de un lado como del otro", expresó González, quien por primera vez desde que regresó a Cuba tras ser liberado en febrero ofrece una conferencia a periodistas extranjeros.
La semana pasada, el gobierno de Estados Unidos informó sobre el canje del sargento Bowe Bergdahl, de 28 años, por cinco afganos encarcelados en Guantánamo acusados de terrorismo.
Bergdahl era el único uniformado prisionero de guerra que todavía estaba en manos de los insurgentes afganos, una condición que no tiene Gross, quien era un contratista civil de Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).
Washington mantiene la puerta cerrada
Mientras tanto, el Departamento estadounidense de Estado mantuvo firmemente cerrada este lunes las puertas a la posibilidad de realizar un intercambio de detenidos con La Habana, informa AFP.
La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, dijo este lunes que el acuerdo con los talibanes por la liberación del sargento Bowe Bergdahl fue motivado por una "circunstancia única", y que el gobierno aún se opone a realizar un intercambio con La Habana.
"Nada ha cambiado en este caso", dijo Psaki en relación con la negativa de Washington a liberar a los tres espías cubanos para obtener la liberación de Gross.
Sobre Gross y otros estadounidenses detenidos en terceros países, el gobierno "adopta pasos para asegurar su retorno a casa en Estados Unidos". Sin embargo, añadió que "cada circunstancia es diferente".
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Re: El caso de Alan Gross
http://www.diariodecuba.com/cuba/1415140119_11125.html
Casa Blanca: La insistencia de La Habana en mantener preso a Gross 'interfiere' en la posibilidad de diálogo
Obama 'ha sido claro en que vale la pena reconsiderar nuestra política hacia Cuba, pero reflejando las significativas preocupaciones de EEUU', dice un portavoz.
La Casa Blanca volvió a demandar este martes la liberación inmediata del estadunidense preso en Cuba Alan Gross, y señaló que su detención constituye un obstáculo para que exista un acercamiento entre La Habana y Washington, informa la agencia Notimex.
"Estados Unidos cree que el señor Gross debe ser liberado de inmediato, que su detención ciertamente resulta injustificada y que es hora de que pueda reunirse con su familia aquí en casa", afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
En su habitual rueda de prensa, Earnest apuntó que la persistente negativa del Gobierno cubano a liberar al excontratista de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) "ciertamente interfiere" en la posibilidad de entablar un diálogo de acercamiento.
"El presidente (Barack Obama) ha sido claro en que vale la pena reconsiderar nuestra política hacia Cuba, pero reflejando las significativas preocupaciones de Estados Unidos sobre derechos humanos y la falla para observar los derechos más básicos, incluyendo la ilegítima detención del señor Gross", apuntó.
Gross fue detenido en La Habana en 2009 y condenado en 2011 a 15 años de prisión bajo la acusación de "actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado", por distribuir equipos de comunicación destinados a ayudar a cubanos a conectarse a internet. Washington consideró el proceso de injusto y rechazó que el estadounidense fuese un espía.
"Nosotros continuamos teniendo preocupaciones, pero una vez más, el fondo del tema es que, al no liberar al señor Gross, Cuba le está haciendo daño a las relaciones con Estados Unidos", dijo el portavoz.
El Gobierno cubano busca canjear a Gross por los tres agentes que cumplen condenas en cárceles estadounidenses por espionaje.
Este fin de semana, en el cuarto editorial dedicado en un mes a las relaciones entre Washington y La Habana, el diario The New York Times apoyó la idea de ese canje.
Hasta ahora, el Gobierno estadounidense ha rechazado esa posibilidad explicando que el caso de Gross y el de los tres espías no son equiparables.
Casa Blanca: La insistencia de La Habana en mantener preso a Gross 'interfiere' en la posibilidad de diálogo
Obama 'ha sido claro en que vale la pena reconsiderar nuestra política hacia Cuba, pero reflejando las significativas preocupaciones de EEUU', dice un portavoz.
La Casa Blanca volvió a demandar este martes la liberación inmediata del estadunidense preso en Cuba Alan Gross, y señaló que su detención constituye un obstáculo para que exista un acercamiento entre La Habana y Washington, informa la agencia Notimex.
"Estados Unidos cree que el señor Gross debe ser liberado de inmediato, que su detención ciertamente resulta injustificada y que es hora de que pueda reunirse con su familia aquí en casa", afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
En su habitual rueda de prensa, Earnest apuntó que la persistente negativa del Gobierno cubano a liberar al excontratista de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) "ciertamente interfiere" en la posibilidad de entablar un diálogo de acercamiento.
"El presidente (Barack Obama) ha sido claro en que vale la pena reconsiderar nuestra política hacia Cuba, pero reflejando las significativas preocupaciones de Estados Unidos sobre derechos humanos y la falla para observar los derechos más básicos, incluyendo la ilegítima detención del señor Gross", apuntó.
Gross fue detenido en La Habana en 2009 y condenado en 2011 a 15 años de prisión bajo la acusación de "actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado", por distribuir equipos de comunicación destinados a ayudar a cubanos a conectarse a internet. Washington consideró el proceso de injusto y rechazó que el estadounidense fuese un espía.
"Nosotros continuamos teniendo preocupaciones, pero una vez más, el fondo del tema es que, al no liberar al señor Gross, Cuba le está haciendo daño a las relaciones con Estados Unidos", dijo el portavoz.
El Gobierno cubano busca canjear a Gross por los tres agentes que cumplen condenas en cárceles estadounidenses por espionaje.
Este fin de semana, en el cuarto editorial dedicado en un mes a las relaciones entre Washington y La Habana, el diario The New York Times apoyó la idea de ese canje.
Hasta ahora, el Gobierno estadounidense ha rechazado esa posibilidad explicando que el caso de Gross y el de los tres espías no son equiparables.
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Re: El caso de Alan Gross
http://cafefuerte.com/cuba/19193-senadores-de-eeuu-viajan-a-cuba-para-negociar-liberacion-de-alan-gross/
Senadores de EEUU viajaron a Cuba para negociar liberación de Alan Gross
Los senadores Jeff Flake y Tom Udall durante una improvisada rueda de prensa en La Habana
Una delegación de dos senadores de Estados Unidos viajó a La Habana y se reunió este martes con el contratista Alan Gross en un renovado intento por persuadir a las autoridades cubanas para liberarlo.
Los senadores Jeff Flake, republicano de Arizona, y Tom Udall, demócrata de Nuevo México, se manifestaron optimistas de la excarcelación de Gross tras reunirse con él por dos horas en la prisión del Hospital Militar “Carlos J. Finlay”, donde expira una condena de 15 años.
Se trata de un nuevo esfuerzo de la alta política estadounidense por resolver el principal escollo para el avance de las relaciones bilaterales y cuyo desenlace no parece a la vista tras un complejo panorama político en Washington.
“Lo más importante de nuestra visita a Gross es el mensaje de que él quiere regresar a casa”, manifestó Udall durante una improvisada rueda de prensa con corresponsales en La Habana.
Un paso alentador
No se revelaron detalles de la conversación, pero al menos es un paso alentador que Gross haya aceptado reunirse con ambos. El contratista se había despedido de su familia a mediados de año y desde entonces estaba renuente a recibir ningún visitante en la prisión.
En vísperas de su cumpleaños 65, el pasado 2 de mayo, el contratista aseguró que este sería su último año en prisión y que regresaría a Estados Unidos vivo o muerto.
Interrogado sobre la posibilidad de que Gross fuera liberado, Flake dijo: “Siento que estamos más cerca de eso, porque Alan Gross se ha dicho a sí mismo que esto va a terminar de una manera u otra”.
El senador agregó que tras cinco años de arresto, “cualquier beneficio que el gobierno cubano puede haber calculado, tiene que haberse evaporado por ahora”.
Los senadores llegaron a Cuba el domingo con el plan de gestionar la excarcelación de Gross con las autoridades cubanas. No se precisaron detalles sobre el diálogo con los interlocutores gubernamentales, entre los que figuraron el canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
No existe ningún indicio, sin embargo, de que la solución del caso vaya a ser inminente.
Agonía de cinco años
La visita de los legisladores estadounidenses se produce a menos de un mes de cumplirse el quinto aniversario del arresto de Gross, el 3 de diciembre del 2009. Una opción posible es que las autoridades cubanas accedan a reabrir el caso legal por razones humanitarias, una vez cumplido un tercio de la condena.
Ni el abogado Scott Gilbert ni voceros de la familia Gross respondieron el martes preguntas de CaféFuerte sobre la visita de los senadores a La Habana.
Pero el viaje de Flake y Udall coincide con la confirmación de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que se encuentra revisando el protocolo de normas internas sobre misiones encubiertas en países de riesgo, como es el caso de Cuba.
Gross fue enviado por la USAID a Cuba con tecnología para conexión a internet a la comunidad judía de la isla.
“Ha habido una y una declaración de que no habrá programas encubiertos se quedan sin más ayuda y eso es una buena cosa”, dijo Flake, conocido por sus posiciones críticas del embargo.
Fuente de tensión
Agregó que el tema de la ayuda encubierta a países de riesgo no es sólo una fuente de tensión entre los países, sino que pone en peligro a ciudadanos estadounidenses abarata la misión de la USAID. La dirección de la USAID ha negado que sus labores en Cuba hayan sido encubiertas, aunque admite que está buscando formas más creativas para impulsar la democracia en ambientes políticamente restrictivos.
El gobierno cubano ha abogado insistentemente en una solución negociada en el caso de Gross a cambio de la excarcelación de los tres espías que cumplen aún lagas condenas en cárceles estadounidenses. Washington ha rechazado esa posibilidad alegando que se trata de dos casos diferentes, pues Gross no puede ser identificado como un espía.
El más reciente portazo a la propuesta de un canje se produjo la pasada semana, luego que el diario The New York Times abogara por un intercambio de Gross por los tres espías en favor de la normalización de relaciones entre ambos países.
Partidarios del canje han mencionado la opción de un indulto presidencial para lograr la liberación de los espías cubanos, pero esa vía parece alejarse ante la avalancha de prioridades que tiene ante sí la Casa Blanca a nivel doméstico e internacional, con un Congreso dominado por los republicanos.
Las gestiones por liberar a Gross han llevado a La Habana desde el 2011 a influyentes personalidades estadounidenses, desde el ex presidente Jimmy Carter y el embajador Bill Richardson y el senador Pat Leahy, pero hasta ahora todos han regresado a Estados Unidos con las manos vacías.
Ambos senadores tienen previsto regresar este miércoles a Estados Unidos.
Senadores de EEUU viajaron a Cuba para negociar liberación de Alan Gross
Los senadores Jeff Flake y Tom Udall durante una improvisada rueda de prensa en La Habana
Una delegación de dos senadores de Estados Unidos viajó a La Habana y se reunió este martes con el contratista Alan Gross en un renovado intento por persuadir a las autoridades cubanas para liberarlo.
Los senadores Jeff Flake, republicano de Arizona, y Tom Udall, demócrata de Nuevo México, se manifestaron optimistas de la excarcelación de Gross tras reunirse con él por dos horas en la prisión del Hospital Militar “Carlos J. Finlay”, donde expira una condena de 15 años.
Se trata de un nuevo esfuerzo de la alta política estadounidense por resolver el principal escollo para el avance de las relaciones bilaterales y cuyo desenlace no parece a la vista tras un complejo panorama político en Washington.
“Lo más importante de nuestra visita a Gross es el mensaje de que él quiere regresar a casa”, manifestó Udall durante una improvisada rueda de prensa con corresponsales en La Habana.
Un paso alentador
No se revelaron detalles de la conversación, pero al menos es un paso alentador que Gross haya aceptado reunirse con ambos. El contratista se había despedido de su familia a mediados de año y desde entonces estaba renuente a recibir ningún visitante en la prisión.
En vísperas de su cumpleaños 65, el pasado 2 de mayo, el contratista aseguró que este sería su último año en prisión y que regresaría a Estados Unidos vivo o muerto.
Interrogado sobre la posibilidad de que Gross fuera liberado, Flake dijo: “Siento que estamos más cerca de eso, porque Alan Gross se ha dicho a sí mismo que esto va a terminar de una manera u otra”.
El senador agregó que tras cinco años de arresto, “cualquier beneficio que el gobierno cubano puede haber calculado, tiene que haberse evaporado por ahora”.
Los senadores llegaron a Cuba el domingo con el plan de gestionar la excarcelación de Gross con las autoridades cubanas. No se precisaron detalles sobre el diálogo con los interlocutores gubernamentales, entre los que figuraron el canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
No existe ningún indicio, sin embargo, de que la solución del caso vaya a ser inminente.
Agonía de cinco años
La visita de los legisladores estadounidenses se produce a menos de un mes de cumplirse el quinto aniversario del arresto de Gross, el 3 de diciembre del 2009. Una opción posible es que las autoridades cubanas accedan a reabrir el caso legal por razones humanitarias, una vez cumplido un tercio de la condena.
Ni el abogado Scott Gilbert ni voceros de la familia Gross respondieron el martes preguntas de CaféFuerte sobre la visita de los senadores a La Habana.
Pero el viaje de Flake y Udall coincide con la confirmación de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que se encuentra revisando el protocolo de normas internas sobre misiones encubiertas en países de riesgo, como es el caso de Cuba.
Gross fue enviado por la USAID a Cuba con tecnología para conexión a internet a la comunidad judía de la isla.
“Ha habido una y una declaración de que no habrá programas encubiertos se quedan sin más ayuda y eso es una buena cosa”, dijo Flake, conocido por sus posiciones críticas del embargo.
Fuente de tensión
Agregó que el tema de la ayuda encubierta a países de riesgo no es sólo una fuente de tensión entre los países, sino que pone en peligro a ciudadanos estadounidenses abarata la misión de la USAID. La dirección de la USAID ha negado que sus labores en Cuba hayan sido encubiertas, aunque admite que está buscando formas más creativas para impulsar la democracia en ambientes políticamente restrictivos.
El gobierno cubano ha abogado insistentemente en una solución negociada en el caso de Gross a cambio de la excarcelación de los tres espías que cumplen aún lagas condenas en cárceles estadounidenses. Washington ha rechazado esa posibilidad alegando que se trata de dos casos diferentes, pues Gross no puede ser identificado como un espía.
El más reciente portazo a la propuesta de un canje se produjo la pasada semana, luego que el diario The New York Times abogara por un intercambio de Gross por los tres espías en favor de la normalización de relaciones entre ambos países.
Partidarios del canje han mencionado la opción de un indulto presidencial para lograr la liberación de los espías cubanos, pero esa vía parece alejarse ante la avalancha de prioridades que tiene ante sí la Casa Blanca a nivel doméstico e internacional, con un Congreso dominado por los republicanos.
Las gestiones por liberar a Gross han llevado a La Habana desde el 2011 a influyentes personalidades estadounidenses, desde el ex presidente Jimmy Carter y el embajador Bill Richardson y el senador Pat Leahy, pero hasta ahora todos han regresado a Estados Unidos con las manos vacías.
Ambos senadores tienen previsto regresar este miércoles a Estados Unidos.
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