Cuba llama la atención sobre una peligrosa práctica de muchos jóvenes cubanos

Inyectarse aceite comestible como el de soja y girasol es una práctica que ha crecido entre los cubanos que buscan aumentar su musculatura, según publican hoy en Granma.

Como tantas cosas en Cuba que comienzan con una leyenda urbana y acaban haciéndose realidad. Esta práctica a provocado que varios jóvenes han tenido que ser intervenidos de urgencia, llegando a temerse por sus vidas.

La imagen corresponde al joven tunero de 16 años, Adrián, comenta su experiencia: "Algunos muchachos se estaban inyectando y decidí seguir sus pasos. Cuando empecé a sentir dolor y aprecié la hinchazón del codo, se lo conté a mi mamá y acudimos al médico. Primeramente me mandaron antibióticos y no resolví, por lo que me operaron. Han transcurrido seis meses y aún no termina la pesadilla: ya me han llevado cuatro veces al salón".

A uno de los casos pioneros en el país, ocurrido en Matanzas, casi le cuesta la vida, cuando, jeringuilla en mano, buscó un músculo y encontró una vena, cosa que provocó la entrada del aceite a la sangre y por consiguiente al corazón.

no se puede creer..
parece mentira..